Acuña repasó su relación con la víctima y con su hijo. Contó que se enteró del casamiento de ambos a través de las redes sociales y recordó cómo fue el encuentro que tuvo con César el 2 de junio de 2023, día en que desapareció Cecilia.
“César llegó a la obra al mediodía. Lo vi raro, con una cuellera pese al calor. Cuando lo abracé noté que tenía rasguños, y me dijo que había discutido con Cecilia. Me dolió mucho”, relató.
Sobre el vínculo con la joven, aclaró: “Cecilia era una más de las chicas que había tenido César. Me caía bien porque era mayor y creía que él podía tener con ella una relación más estable. Nunca nos peleamos, ni hubo odio entre nosotras”.
En su declaración, Acuña negó haber tenido participación en la muerte o la desaparición del cuerpo de la víctima. “Jamás dañaría a una persona. La Justicia me llamó asesina, pero si hubieran querido, en una semana habrían descubierto lo que pasó. En cambio, decidieron ensuciar a mi familia por cuestiones políticas”, denunció.
Relató además que ese mediodía notó algo extraño en la casa. “Había una puerta entreabierta en un lugar donde nadie entraba. Miré y vi un bulto. Lo primero que hice fue relacionarlo con lo que había notado en César, y salí espantada”, dijo.
Sobre la acusación de haber ordenado incinerar el cuerpo, fue tajante: “Nunca di esa orden. Solo dije que me saquen el problema, pero no sabía de qué se trataba. No soy el cerebro de nada”.
Acuña afirmó no tener razones para haber dañado a la joven: “¿Qué móvil podía tener yo? Era la persona que amaba a mi hijo. Que me digan un solo motivo por el que podría haberla planificado”, desafió.
Intentó también desligar a su ex esposo, Emerenciano, y confesó que en algunos momentos llegó a pedir “cadena perpetua” para sí misma con tal de que lo liberaran. “Lo que me pase a mí no importa. Lo único que pido es que lo suelten a él”, expresó entre lágrimas.
La mujer mencionó que César estaba bajo tratamiento psicológico: “Su psiquiatra me había advertido que estaba en ‘alarma roja’. No entendí bien qué significaba, y oculté esa información incluso a su padre”.
A modo de cierre, Acuña volvió a suplicar por su hijo: “Me queda una gran tarea por él, y les pido que piensen en eso”. Tras su declaración, la fiscalía decidió no hacer preguntas y el tribunal dispuso un cuarto intermedio de una hora.