A pesar de su retractación, el caso siguió adelante. Su padre, Julio, fue condenado a 15 años de prisión por abuso sexual continuado, abuso con acceso carnal y corrupción de menores.
Jazmín denunció irregularidades en el tratamiento de su caso. Relató que fue sometida a una revisión médica invasiva y a entrevistas psicológicas que, según afirmó, buscaron reforzar una narrativa de abuso inexistente. "Crearon una historia perfecta para condenar a un hombre", aseguró.
Durante las pericias, sostuvo, intentaron convencerla de que había olvidado los supuestos abusos, generando en su mente imágenes de situaciones que nunca ocurrieron. "Me hicieron entender que yo sí había dicho lo del sexo oral, cuando no fue así", señaló.
Además, explicó que, al intentar retractarse, se encontró con múltiples obstáculos. "Desde el primer día que le conté a mi mamá que todo era mentira, nadie nunca me quiso escuchar", afirmó.
Durante el juicio, la joven esperaba a que la llamen a declarar para aclarar todo. “En la primera audiencia no sucedió, pero pasó algo más terrible para mí. Al finalizar, nos dejaron entrar a saludar a mi papá, ya que hace tres años que no veía a sus hijos”, aseveró.
El impacto en el Congreso y el debate sobre las falsas denuncias
Jazmín compartió su experiencia durante una jornada en el Salón Azul del Congreso, en el marco de la presentación de un proyecto de ley impulsado por la senadora Carolina Losada. La iniciativa busca agravar las penas para quienes presenten denuncias falsas.
"Es fundamental proteger a los denunciados de acusaciones infundadas sin desproteger a las verdaderas víctimas", expresó Losada.
Mientras Julio cumple su condena, Jazmín y su familia enfrentan las secuelas emocionales y legales de la denuncia. "Mi papá lleva más de cuatro años en prisión por algo que nunca hizo", lamentó la joven.