DESAPARECIDOS

Estremecedor: El "piletón de barro" del Valle de Marte, una pieza clave en el desenlace de Pedro y Juana

El misterio sobre el paradero de Pedro Kreder y Juana Morales, los dos jubilados desaparecidos hace casi veinte días en la provincia de Chubut, mantiene en vilo a los equipos de búsqueda y a toda la comunidad.

Estremecedor: El piletón de barro del Valle de Marte, una pieza clave en el desenlace de Pedro y Juana

El misterio sobre el paradero de Pedro Kreder y Juana Morales, los dos jubilados desaparecidos hace casi veinte días en la provincia de Chubut, mantiene en vilo a los equipos de búsqueda y a toda la comunidad. A medida que las horas pasan sin resultados, las hipótesis se tornan más sombrías y las esperanzas de encontrarlos con vida se desvanecen lentamente. El rastrillaje se centra ahora en una zona conocida como el “Valle de Marte”, un paraje desértico y hostil donde el terreno parece jugar en contra de los rescatistas, y donde incluso la tierra parece tener vida propia.

El periodista Alan Ferraro, de El Trece, acompañó una de las jornadas de búsqueda y describió con crudeza el panorama que enfrentan los rescatistas. “Es el día 19 de búsqueda de Pedro y Juana. No se sabe absolutamente nada, pero hay que decir que ya los perros que están trabajando en la zona buscan personas muertas”, relató el cronista desde el lugar. Sus palabras reflejan el cambio de tono en la investigación: ya no se trata solo de hallar a los jubilados perdidos, sino de determinar si siguen con vida o si el desierto chubutense los tragó sin dejar rastro.

Las autoridades de la provincia reconocen que la hipótesis más dura comienza a imponerse. El propio ministro de Seguridad de Chubut habría admitido que “ya se está considerando la peor de las posibilidades”. Y es que los días transcurren sin señales concretas, sin rastros físicos, sin objetos personales, y sin ninguna pista que permita reconstruir los últimos movimientos de la pareja. La camioneta en la que viajaban fue hallada, pero el hallazgo no aportó mayores certezas, sino nuevas dudas.

Pedro Kreder y Juana Morales habían emprendido una escapada de fin de semana hacia la localidad de Camarones. El viaje, que debía durar apenas unas horas, se transformó en una pesadilla que hoy tiene movilizada a toda la región. Según relatan familiares y amigos, la pareja era aventurera y solía recorrer rutas poco transitadas. Sin embargo, esta vez algo salió mal. “Pasaron ya 19 días desde que se perdieron en una escapada de fin de semana a Camarones por una ruta ilógica y, de pronto, se les perdió el rastro”, explicó Ferraro durante su informe.

El punto donde se concentra la búsqueda es un área inhóspita conocida como el “Valle de Marte”, llamada así por el color rojizo del suelo y las formaciones de barro que le dan un aspecto casi extraterrestre. Ferraro lo describió como “una zona que te hace pensar que la tierra podría tragarse a una persona sin dejar señales”. Según los especialistas que trabajan en el terreno, el suelo de ese sector tiene características inusuales: bajo una capa aparentemente sólida, se esconde una mezcla de arcilla, limo y agua que puede generar efectos similares a los de las arenas movedizas.

El periodista hizo una demostración en vivo para mostrar la peligrosidad del terreno: “Te podés hasta confundir y pensar que estás pisando algo sólido. Estoy parado en una zona dura, pero si avanzo unos metros, mirá cómo me voy hundiendo con el peso de mi propio pie”. Las imágenes difundidas mostraron cómo el barro se tragaba lentamente su calzado, creando un efecto de succión. “Es como que te va chupando y generando un efecto sopapa el propio suelo”, añadió.

En esa área, los rescatistas han centrado los esfuerzos, especialmente en un gran piletón de barro que podría haber sido el escenario de una tragedia accidental. Los perros rastreadores trabajan desde hace días en torno a ese punto, y aunque no se han detectado restos humanos, los expertos reconocen que el barro puede conservar y ocultar cuerpos durante semanas. “El suelo tiene una textura que se parece al postre mousse, y puede engañar fácilmente. Si alguien pisa con fuerza o intenta cruzar, el terreno se abre y no hay manera de salir sin ayuda”, explicó un geólogo que colabora con el operativo.

La posibilidad de que Pedro y Juana hayan caído accidentalmente en uno de estos piletones se ha transformado en una de las teorías más fuertes. No obstante, los investigadores no descartan la intervención de terceros. En los primeros días de búsqueda, una línea de investigación apuntaba a un posible robo de la camioneta, lo que llevó a considerar que la pareja podría haber sido víctima de un delito. “En la hipótesis de que podría haber habido un robo de la camioneta, la pregunta es si, en ocasión del robo, los mataron y dónde descartaron los cuerpos. Por eso también se evalúa si la tierra los habría ocultado”, resumió Ferraro.

Las familias de los jubilados viven estas jornadas con una mezcla de dolor, incredulidad y resignación. “Queremos encontrarlos, aunque sea para darles descanso”, dijo una sobrina de Pedro, que llegó desde Comodoro Rivadavia para acompañar el operativo. Las autoridades han dispuesto refuerzos con drones, cámaras térmicas y un equipo especializado en rescates en terrenos pantanosos. Sin embargo, el clima extremo, el viento y las bajas temperaturas del valle dificultan cada paso.

El “Valle de Marte” no solo representa un desafío físico. También se ha convertido en el símbolo del desconcierto y la impotencia. Los lugareños aseguran que el lugar “tiene algo extraño”, y que no sería la primera vez que alguien desaparece allí sin explicación clara. Varios vecinos recuerdan historias de autos que quedaron atrapados en el barro durante días, de animales que se hundieron sin dejar huellas, y de caminantes que jamás regresaron.

En los últimos días, la policía provincial y los bomberos voluntarios ampliaron la zona de búsqueda hacia sectores más alejados, siguiendo posibles rastros de huellas de neumáticos y restos de material plástico que podrían pertenecer a la camioneta. Pero las esperanzas se diluyen con el correr de las horas. “Es como buscar una aguja en un pajar, pero no podemos abandonar”, dijo uno de los rescatistas que lleva más de dos semanas en el operativo.

Mientras tanto, la comunidad de Camarones se mantiene movilizada. Vecinos y conocidos de la pareja organizaron marchas y cadenas de oración. “Pedro y Juana son personas queridas, siempre sonrientes, siempre solidarios”, dijo una comerciante del pueblo. “No podemos entender cómo dos personas pueden desaparecer así, como si la tierra los hubiera tragado”, agregó con lágrimas en los ojos.

El operativo de búsqueda, coordinado por el Ministerio de Seguridad provincial, incluye más de cincuenta personas, entre ellas efectivos de la policía científica, personal de Defensa Civil, perros rastreadores, geólogos y voluntarios locales. Sin embargo, los avances son mínimos. Los especialistas no descartan la posibilidad de que la pareja haya tomado un desvío equivocado, perdiendo el rumbo en medio de un terreno desértico y confuso. En esa zona, las señales de GPS son inestables, y los caminos secundarios suelen desaparecer entre las rocas y el polvo.

Un investigador cercano al caso explicó que “hay lugares donde la superficie parece firme, pero debajo hay una capa de lodo de varios metros. Si alguien cae allí, el cuerpo puede quedar atrapado sin dejar huellas visibles. Es un terreno muy traicionero”. Esa descripción coincide con la del propio Ferraro, quien se refirió al fenómeno como un “efecto sopapa que absorbe todo lo que toca”.

La búsqueda continúa día y noche, pero las condiciones del terreno obligan a trabajar con extrema cautela. Cada paso debe ser calculado, cada metro explorado con herramientas especiales para evitar nuevos accidentes. El barro, además, cambia su consistencia según la temperatura y la humedad, lo que complica los trabajos de rescate.

Mientras tanto, los familiares insisten en mantener viva la esperanza. Piden que no se abandone la búsqueda y reclaman la intervención de equipos nacionales de rescate con tecnología avanzada. “Queremos que los encuentren, como sea, pero que los encuentren”, suplicó uno de los hijos de Juana Morales.

El caso de Pedro Kreder y Juana Morales ha despertado gran atención en todo el país. En redes sociales, cientos de usuarios comparten sus fotos y mensajes de apoyo. Pero también se multiplican las preguntas: ¿cómo dos personas pudieron desaparecer sin dejar rastro en pleno siglo XXI? ¿Por qué nadie vio nada? ¿Y cómo puede un paisaje natural ocultar tanto misterio?

En medio del silencio del desierto patagónico, solo queda el eco de esas preguntas. Los equipos de rescate siguen cavando en el barro espeso del Valle de Marte, aferrados a la posibilidad de una respuesta, mientras la provincia de Chubut espera, entre la esperanza y la resignación, que el misterio de los jubilados desaparecidos finalmente encuentre su desenlace.