Con un duro revés judicial, el Tribunal de Impugnación Penal ratificó la condena a Magdalena Espósito Valenti por el delito de abuso sexual con acceso carnal contra su hijo Lucio Dupuy, de 5 años, quien falleció el 26 de noviembre de 2021.
La mujer se encuentra detenida cumpliendo cadena perpetua junto a su pareja, Abigaíl Páez, por el aberrante crimen ocurrido en noviembre de 2021.
Con un duro revés judicial, el Tribunal de Impugnación Penal ratificó la condena a Magdalena Espósito Valenti por el delito de abuso sexual con acceso carnal contra su hijo Lucio Dupuy, de 5 años, quien falleció el 26 de noviembre de 2021.
La mujer se encuentra detenida cumpliendo cadena perpetua junto a su pareja, Abigaíl Páez, por el aberrante crimen ocurrido en La Pampa. Inicialmente, ambas fueron condenadas por la muerte de Lucio Dupuy, pero no por el abuso sexual.
Hace poco, la Fiscalía apeló la absolución de Espósito Valenti por este delito puntual, obteniendo ahora respaldo del Tribunal de Impugnación, que añadió este cargo a la condena existente.
Los jueces Filinto Rebechi y Gabriel Tedín desestimaron el recurso de impugnación presentado por la defensora de Espósito Valenti, Alejandra Moyano González. Argumentaron que la presencia de la imputada en el domicilio durante los hechos no la eximía de responsabilidad.
Además, señalaron que la ubicación de ambas imputadas en la escena del crimen, participando en las agresiones físicas, vinculaba a Espósito Valenti directamente con el abuso sexual con acceso carnal. Esta responsabilidad no se limitaba al día de la muerte del niño, sino que abarcaba también los días previos, según lo planteado durante el juicio.
Este fallo confirma que los abusos no fueron eventos aislados, sino que se extendieron durante el período de convivencia, sustentando así la decisión judicial de incluir el delito de abuso sexual en la condena de Espósito Valenti y Páez.
El 26 de noviembre de 2021 el pequeño Lucio Dupuy dejó de respirar, pero su muerte comenzó tiempo antes. Entre el 15 de diciembre de 2020 y el 23 de marzo de 2021, el niño ingresó cinco veces a distintos centros de salud de la capital pampeanas para ser atendido por golpes, fracturas y traumatismos. El objetivo era ocultar el maltrato sistemático cometido en su contra.
En el juicio que se llevó a cabo, Abigail dio detalles del día del asesinato. “Cuando llegué, lo vi a Lucio y, bueno… Se estaba mandando un moco. No importa porque eso no viene al caso. Entonces, yo lo tomé del brazo y le pegué una patada en la cola, varias. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí dónde, la verdad, ni sé por qué. Porque… No sé. La verdad no le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento. Intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él me intentaba hablar, estaba consciente todavía”, afirmó.
“Se bañó parado, me intentaba hablar, como decir algo, pero no le salían las palabras. Cómo vi que se estaba debilitando o desvaneciendo, no sé, lo saqué de la ducha, lo tapé con su toallón y lo llevé a mi pieza. Lo senté en la cama y me fui a buscar ropa a su pieza para cambiarlo lo más rápido que podía, porque era una situación muy desesperante en la que no sabía cómo reaccionar, qué hacer para que él se recomponga, no sé”, agregó.
Por último, reveló: “Cuando voy a buscar ropa para cambiarlo, escucho un golpe y lo veo que él estaba tirado en el piso sin reacción. De cara al piso. Ni siquiera había apoyado las manos. Como desmayado, no sé. Entonces, yo, del mismo temor, de la misma situación, lo toqué con el pie para ver si reaccionaba y vi que no tenía respuestas de él, entonces me acerqué y lo di vuelta, y lo puse boca arriba. Le intenté hacer RCP. No sé si lo hice bien o no, si pude haberlo lastimado más o no, porque no sabía hacer la maniobra como correspondía”.