El modus operandi incluía la perforación de veredas para acceder a los cables subterráneos, utilizando herramientas especializadas como palas anchas, picos y cortacables.
La policía logró identificar a la banda gracias a cámaras de seguridad que captaron sus movimientos sospechosos. Al ser detenidos in fraganti, los miembros del grupo intentaron justificar su presencia alegando pertenecer a la empresa Ibercom, la cual ya no existe.
La investigación reveló que la organización había invertido considerablemente en su operación ilícita, incluyendo vehículos adecuados y equipos de comunicación handy para coordinar sus actividades.
Este incidente en San Martín se suma a una serie de eventos similares en el Área Metropolitana de Buenos Aires. En un operativo paralelo en Mataderos, la División Investigaciones Comunales N° 9 de la Policía de la Ciudad capturó a otros 15 miembros de una banda de robacables.
Los delincuentes, que operaban simulando ser trabajadores de una empresa de electricidad, fueron interceptados en la intersección de Pilar y Bragado. En esta ocasión, los oficiales detuvieron a 7 hombres y una mujer en tres vehículos, mientras que otros cinco lograron escapar inicialmente, pero fueron capturados posteriormente.