El modus operandi del robo fue de tipo "piraña", que es cuando los delincuentes atacan en grupo para robar rápidamente y escapar corriendo ante la sorpresa de la víctima.
Julián sacó su arma reglamentaria y contestó el ataque a los tiros. El gendarme estaba con un pantalón jogging, una remera verde y el cinturón táctico del uniforme, debajo de una campera de jean. Los ladrones le habían arrebatado una mochila negra y fue ahí cuando sacó su pistola.
Uno de los disparos hirió de muerte a Esteban López (16) en el pecho. Además, otro le dio a Juan Carlos Domingo Cañete (19) en un glúteo.
Los cómplices al ver lo que había pasado se abalanzaron sobre el gendarme y lo mataron de un disparo en la cabeza.
El resto de los delincuentes, uno de 18 años identificado como Lautaro Cañete (hermano del herido) y otro de 15, intentaron escapar corriendo, pero fueron detenidos a pocas cuadras del lugar y puestos a disposición de la justicia.
Al haber adolescentes involucrados, quedaron a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Lomas de Zamora. El expediente quedó caratulado como "homicidio en ocasión de robo".