“Me vino a buscar la Policía a mi casa, me llevan a Campana, no estaba esposado ni nada. Me sacan el DNI y el celular y me dicen que tengo que ir Gesell por el asesinato de un chico. Me esposan y me suben a un auto”, relató Pablo Ventura sobre el día que fue demorado.
“En Villa Gesell me recibe la DDI y cuando llego ahí preguntaba por qué estoy ahí y ahí me explican que se me inculpaba del asesinato de un chico”, detalló.
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Caso Báez Sosa: amigos de la víctima y su suegro declararon en la segunda audiencia (Foto: NA).
El joven continuó con su relató, y agregó: “Estuve 3 ó 4 días incomunicado. El lunes me llevaron a declarar, me llevaron tapado primero. Me encuentro con mi abogado que me dice que voy a tener que declarar. Yo dije que sí porque no tenía nada que ver”.
Consultado por la fiscalía si había tenido algún altercado con los rugbiers antes de la muerte de Fernando Báez Sosa, explicó: “Con ellos no tenía ningún tipo de trato, solo sabía quiénes éran porque éramos de la misma ciudad”.
En este marco, dijo: "Varias veces los he visto pelear a la salida del boliche o en jodas. Siempre era en grupo, iban contra dos personas y ellos eran mayoría"
Y ante la repregunta de fiscal sobre algún incidente puntual, aclaró: “Con Lucas Pertossi, porque una vez habló mal de mí. Dijo que yo le parecía un tonto. Nos miramos mal en un boliche”.
Además, se mostró un chat de aquellos días donde Pablo Ventura le decía a un amigo: "Aparentemente uno de los que se la mandaron me nombró. Me nombró algún Pertossi para hacerse el gracioso".
Pablo Ventura, los rugbiers y el asesinato de Fernando Báez Sosa
Pablo Ventura tenía 22 años cuando fue arrestado el 19 de enero de 2020. Apenas fue detenido, su familia presentó un video en donde se veía al joven cenando con sus padres en Zárate.
Además, varios conocidos aseguraron que esa noche la habían pasado junto a él. Pasó preso cuatro días, aunque por falta de pruebas finalmente fue liberado a principios de febrero de ese año.
El remero, tres amigos de la víctima, un grupo de trabajadores del boliche "Le Brique" y dos efectivos policiales serán los testigos que declararán en la tercera audiencia en el juicio que tiene como acusados a ocho rugbiers de matar a golpes a Fernando Báez Sosa.