El crimen sigue conmocionando a una ciudad signada por la violencia. El asesinato del del oficial de inteligencia César Eduardo Carmona volvió a dejar expuesta a una “narco-guerra” que parece no tener final.
El crimen sigue conmocionando a una ciudad signada por la violencia. El asesinato del del oficial de inteligencia César Eduardo Carmona volvió a dejar expuesta a una “narco-guerra” que parece no tener final.
Una amenaza previa a la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la ciudad de Rosario que advertía sobre “matar policías, juez y fiscales” y un intento de robo son dos de las hipótesis centrales de la investigación.
El hecho ocurrió el último jueves alrededor de las 15 horas, cuando el policia se disponía a ingresar a la sede de la fuerza de seguridad en la calle Lamadrid al 500 del barrio rosarino General Las Heras.
Carmona estaba vestido de civil en su auto particular y fue abordado sorpresivamente por dos personas que efectuaron 13 disparos desde un Citroën C3 color rojo.
Las pericias determinaron que 9 municiones dieron en el cuerpo del inspector, que murió un rato más tarde en un hospital público de esta ciudad al que fue trasladado en forma particular.
Tres semana antes del crimen de Carmona, el frente de la sede policial fue baleado por un joven que se movía en moto y dejó un cartel intimidatorio que decía: “Nico Camino, Eri Masini y fiscal Ederik dejen de matar gente inocente o si no vamos a matar policías, juez y fiscales” (sic).
Una de las hipótesis que siguen los investigadores del crimen del inspector Carmona es la posible concreción de la amenaza.
Nicolás Caminos y Erik Masini son dos presos vinculados a la barrabrava del club Newell’s Old Boys. También son los líderes de “Los Monos”, y se disputan algunos territorios con otros integrantes de la misma banda.
En el mensaje mafioso se mencionado un apellido que es “Ederik” referente al fiscal Matías Edery, de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos.
Otra hipótesis es que se haya tratado de un robo violento. Los investigadores no descartan esta línea de investigación porque los atacantes se llevaron “una mochila o un bolso” del automóvil de la víctima. Carmona venía de prestar servicio adicional en una “cueva” financiera del centro de Rosario.
Por otro parte, el jefe de la Policía local, Daniel Acosta, expresó durante el velorio de Carmona que: “La fuerza no tiene miedo, tiene angustia, preocupación y la responsabilidad y obligación que les toca de ponerse el uniforme todos los días”.