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Se filtraron las imágenes de las cámaras de seguridad que podrían esclarecer el triple crimen de Morena, Lara y Brenda

La investigación por el triple crimen de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez avanza con el ingreso de pruebas fundamentales que podrían marcar un antes y un después en el caso. En las últimas horas, cámaras de seguridad, registros fotográficos y nuevas declaraciones de los detenidos aportaron elementos claves que permiten reconstruir el derrotero de la camioneta Chevrolet Tracker blanca, robada, en la que las adolescentes viajaron antes de ser brutalmente asesinadas.

Se filtraron las imágenes de las cámaras de seguridad que podrían esclarecer el triple crimen de Morena, Lara y Brenda

La investigación por el triple crimen de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez avanza con el ingreso de pruebas fundamentales que podrían marcar un antes y un después en el caso. En las últimas horas, cámaras de seguridad, registros fotográficos y nuevas declaraciones de los detenidos aportaron elementos claves que permiten reconstruir el derrotero de la camioneta Chevrolet Tracker blanca, robada, en la que las adolescentes viajaron antes de ser brutalmente asesinadas.

Uno de los ejes más sólidos de la pesquisa es el análisis de los videos obtenidos de cámaras de seguridad públicas y privadas en distintos puntos del conurbano bonaerense. Las imágenes permiten a los investigadores seguir parte del recorrido de la camioneta desde que las jóvenes subieron en la rotonda de La Tablada hasta su paso por sectores cercanos a Florencio Varela.

Según fuentes judiciales, las imágenes muestran momentos cruciales, como el ingreso de la camioneta en barrios específicos y las paradas realizadas en intersecciones clave. Estos fragmentos audiovisuales son ahora examinados cuadro por cuadro para detectar no solo la ruta exacta, sino también si hubo vehículos acompañantes o posibles cómplices.

Además, se sumaron registros fotográficos obtenidos de cámaras particulares de viviendas y comercios, que habrían captado la camioneta en tránsito en al menos tres oportunidades entre las 22.30 y las 23.45 del viernes 19 de septiembre.

El vehículo continúa siendo un elemento central en la investigación. La Chevrolet Tracker blanca había sido reportada como robada días antes en un asalto ocurrido en el partido de La Matanza. Desde entonces, se sospecha que fue utilizada en maniobras delictivas vinculadas a la misma organización criminal que hoy aparece involucrada en el triple crimen.

Los videos no solo confirmaron su circulación esa noche, sino que también habrían revelado maniobras evasivas en determinadas calles, como si los ocupantes buscaran evitar controles policiales. Ese comportamiento alimenta la hipótesis de que los asesinos ya tenían un plan en marcha y sabían perfectamente cómo moverse en la zona.

En paralelo, la causa sumó un giro inesperado con las ampliaciones de declaración de dos de los detenidos, quienes introdujeron nuevos datos que podrían modificar el rumbo de la investigación.

Según trascendió, uno de los imputados reconoció haber tenido contacto con las jóvenes antes de que subieran al vehículo, aunque negó haber participado en el crimen. El otro, en cambio, admitió haber estado en la zona donde finalmente se hallaron los cuerpos, pero aseguró que llegó allí después de los hechos.

Estas declaraciones, aunque contradictorias, aportan información que será contrastada con las pruebas tecnológicas. Los investigadores esperan que las cámaras, junto con la geolocalización de celulares, puedan confirmar o desmentir los dichos de los acusados.

La investigación se apoya cada vez más en herramientas tecnológicas. El entrecruzamiento de los registros fílmicos con las antenas de telefonía móvil y el análisis forense de los dispositivos de las víctimas y los sospechosos busca armar un mapa detallado de los movimientos previos al crimen.

Los peritos también analizan la posibilidad de que los asesinos hayan intentado borrar rastros digitales apagando o destruyendo los teléfonos de las adolescentes. Sin embargo, especialistas aseguran que ciertos registros, como la conexión a antenas o los últimos mensajes enviados, son prácticamente imposibles de eliminar en su totalidad.

Cada nueva prueba suma piezas a un rompecabezas que todavía está lejos de completarse. La fiscalía trabaja en determinar quién conducía la camioneta, quiénes acompañaban a las jóvenes y cómo se organizó el traslado hacia el lugar donde fueron asesinadas.

El análisis de las imágenes y los testimonios busca confirmar si existió un punto de reunión previo a la tragedia, lo que abriría la puerta a la hipótesis de un encuentro pactado con sus victimarios.

Mientras tanto, las familias de Brenda, Morena y Lara viven con angustia cada jornada de investigación. Reclaman avances más rápidos y cuestionan los tiempos judiciales. “Queremos justicia y saber quiénes fueron los responsables directos”, expresó un allegado a una de las víctimas en una marcha realizada en Florencio Varela.

La difusión de las imágenes de cámaras generó un fuerte impacto en la comunidad, ya que permite ver con claridad que las jóvenes fueron engañadas y trasladadas en un vehículo que jamás debió estar en circulación.

El caso no solo conmueve por la brutalidad del crimen, sino también por la edad de las víctimas y el contexto en el que se desarrollaron los hechos. La utilización de redes sociales, aplicaciones de viajes y un vehículo robado configuran un escenario de vulnerabilidad que refleja problemáticas más amplias: la inseguridad, la trata y el consumo de drogas en entornos juveniles.

Los videos y las nuevas declaraciones fueron difundidos en medios nacionales, generando un amplio debate sobre el rol del Estado en la prevención de este tipo de delitos y sobre las falencias en el control de automóviles robados.

En los próximos días se espera que la fiscalía convoque a nuevos testigos y realice peritajes complementarios sobre los registros audiovisuales. El objetivo es mejorar la nitidez de ciertas imágenes que podrían ayudar a identificar a los ocupantes del vehículo.

Además, se analiza la posibilidad de realizar una reconstrucción virtual del recorrido de la camioneta, utilizando las imágenes de cámaras y los datos de geolocalización, para determinar los últimos minutos de vida de Brenda, Morena y Lara con mayor precisión.

La investigación está lejos de cerrarse, pero con cada prueba incorporada se va delineando con mayor claridad un relato escalofriante: el de tres adolescentes engañadas, trasladadas en un vehículo robado y asesinadas en circunstancias aún rodeadas de misterio.