“Me dijo que podíamos arreglar de otra manera, que no era necesario que pague con plata”, recordó una de las denunciantes, quien aseguró que nunca existió un contrato formal de alquiler ni garantías legales que protegieran su permanencia en la vivienda.
Este esquema de informalidad se repitió en varios casos. Las mujeres coincidieron en que no firmaron contratos, lo que las dejó en una situación de completa indefensión. “Él sabía que no teníamos a dónde ir y se aprovechaba de eso”, declaró otra de las víctimas.
Investigación en marcha y posibles cargos
La Fiscalía ya ordenó la realización de pericias médicas sobre la víctima que denunció la agresión física y citó a declarar a varias mujeres que habitaron o aún habitan en la propiedad, con el objetivo de determinar si existió un patrón reiterado de acoso y abuso de poder.
Fuentes judiciales señalaron que el hombre podría ser imputado por acoso reiterado, abuso de poder y lesiones, aunque no se descarta la incorporación de nuevos cargos conforme avance la causa y se sumen testimonios.
El caso generó conmoción en la comunidad de Valle Viejo y encendió las alarmas sobre la falta de controles en el alquiler informal de viviendas, un circuito donde muchas veces las personas más vulnerables quedan a merced de propietarios sin escrúpulos.