Los ladrones llegaron por el techo, forzaron la entrada y, al verla, le exigieron que les entregara dinero. “Querían los dólares. Soy jubilada, no tengo dólares. Me dicen: ‘Dame, o te meto en una palangana y te doy corriente’”, denunció la mujer asaltada junto a su marido.
Cuando revisaban toda la casa, los delincuentes encontraron en una cama a Osvaldo, de 75 años, quien recientemente sufrió un ACV.
A pesar de que el hombre no podía reaccionar, se ensañaron contra él. “Hablaba porque no entiende bien las cosas. Le decían: ‘Callate, callate’, lo amenazaban y lo golpeaban”, relató su mujer mientras que Osvaldo la escuchaba sentado, con la espalda recostada en una almohada ensangrentada.
Mientras lo torturaban, también le metieron los pies en una palangana e insistían con ponerle corriente si no conseguían dinero. La violencia con la que atacaron a Osvaldo le produjo hematomas en los brazos, en las manos y en la cara, más algunos cortes en la nariz.
El hijo comentó que el barrio es inseguro
Los ladrones tardaron alrededor de dos horas en revisar toda la casa en busca de dinero y otros objetos de valor, sin dejar de amedrentar a sus víctimas. En medio del caos a su alrededor, la mujer intentó mantener la calma mientras rogaba por sus vidas.
Daniel, el hijo, recibió la llamada de su madre y cuando regresó para auxiliarlos, se encontró con la impactante escena. “Acá alrededor ya han robado en muchas casas, te puedo marcar todas las direcciones donde entraron”, comentó resignado, y señaló que este tipo de casos se volvieron frecuentes en el barrio.