Este martes, la comunidad judía renovará su pedido de justicia al cumplirse 29 años del atentado a Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que provocó 85 muertos y más de 300 heridos, bajo el lema "Justicia ausente. Digamos presente".
Este martes, la comunidad judía renovará su pedido de justicia al cumplirse 29 años del atentado a Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que provocó 85 muertos y más de 300 heridos, bajo el lema "Justicia ausente. Digamos presente".
El encuentro fue convocado a las 9:30 en Pasteur 633, en el barrio de Balvanera, en el sitio donde se produjo la voladura del edificio original el 18 de julio de 1994, y como todos los años desde el ataque terrorista, a las 9.53, el acto se iniciará con el sonar de una sirena.
"Cuando la justicia es lenta e ineficiente, la impunidad se acrecienta cada día que pasa y es inadmisible convivir con ella", aseguró el titular de la AMIA, Amos Linetzky, en la convocatoria.
"Volveremos a estar presentes frente al lugar que se intentó destruir, para manifestar, públicamente, que no nos han vencido, y que exigir justicia y castigo a los culpables es un imperativo ético al que no renunciaremos", manifestó en ese marco y convocó "a toda la sociedad a que nos acompañe en este nuevo aniversario para juntos decir presente, ante una justicia que está ausente", instó el titular de la entidad.
"Seguiremos exhortando a que se redoblen todos los esfuerzos necesarios, para que la masacre contra la AMIA no quede impune, y para que los familiares de las personas que fueron asesinadas puedan, entonces, atenuar en parte su dolor", concluyó Linetzky.
La Agrupación Memoria Activa también convocó a su tradicional acto en Plaza Lavalle, y consideró que hay "un Estado culpable por falta de justicia y por no proteger la vida".
Este ataque no fue el primero contra la comunidad judía en Argentina. Dos años antes, en 1992, la Embajada de Israel en Buenos Aires también fue blanco de un ataque terrorista que dejó 29 muertos y centenares de heridos. Ambos atentados marcaron profundamente a la sociedad argentina y a la comunidad judía en particular.
El 18 de julio de 1994, una bomba estalló en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ubicada en la calle Pasteur del barrio porteño de Balvanera. El ataque mató a 85 personas y dejó más de 300 heridos. Fue del atentado terrorista más grande ocurrido en el país. Hasta el día de hoy, no hay condenados por el crimen.
Ese día, el barrio de Once vivía su habitual ritmo comercial. La explosión sucedió a las 9.53 de la mañana y la institución quedó reducida a escombros en segundos. La onda expansiva se sintió con fuerza en la zona. En rigor, el edificio ubicado frente a la AMIA, así como los vidrios y puertas de las propiedades adyacentes, se dañaron de forma completa.
En minutos, rescatistas y voluntarios se acercaron para buscar a las víctimas atrapadas. Entre gritos y desconcierto, los primeros cuerpos encontrados se depositaron en la vereda de Pasteur a la espera de su traslado a la morgue. Los heridos, en tanto, eran atendidos por el SAME en plena calle y trasladados al Hospital de Clínicas.
En este marco, el lugar se vio colmado de gente en poco tiempo. Recién a las 12.15 se puso un vallado para permitir el ingreso de ambulancias entre voluntarios, policías, curiosos y periodistas. Al mismo tiempo, funcionarios del entonces gobierno de Carlos Menem se lanzaron a mostrarse en la zona.