"Comparto la recusación a la Jueza Capuchetti en la causa del atentado contra mi vida, el 1 de septiembre pasado. A partir de la página 7 se detallan sus irregularidades y arbitrariedades, desde el primer día, cuando se borró el celular de Sabag Montiel", es el escrito completo que compartió la actual vicepresidente en la red social.
En esas páginas que llevan la firma de José Manuel Ubeira y Marcos Andazábal, los abogados de Cristina Kirchner, hablan de un “cúmulo de irregularidades” que -según explicaron- hicieron perder la confianza en la magistrada.
“Esta querella detectó actuaciones, como mínimo, negligentes por parte de la jueza desde, literalmente, el primer día de investigación. Estas situaciones ya hubieran sido suficientes para que la instrucción fuese remitida a otro juez. Aun así, la decisión fue confiar en la imparcialidad de la doctora Capuchetti y en que las falencias de la pesquisa fueran solo errores”, plantearon en la primera parte del documento.
Sin embargo, dijeron que a casi dos meses y medio del atentado hubo “una serie de resoluciones netamente arbitrarias” y mencionaron una “total parálisis investigativa”, que entendieron como una “manifiesta imparcialidad” contra la parte que corresponde a Cristina Kirchner.
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En su reaparición pública, Cristina Kirchner se refirió al al atentado del que fue víctima (Foto: Captura).
En el punto uno se refieren a los primeros días y se abocan al celular de Fernando Sabag Montiel, quien disparó en la cara de Cristina Kirchner, aunque sin herirla debido a que la bala no salió. “La investigación no pudo empezar peor”, inician los letrados, quienes puntualizan en que el celular de Sabag Montiel era lo “más valioso probatoriamente” entre sus pertenencias, además del arma.
Sobre ese dispositivo marcan que llegó “en un sobre cerrado al juzgado, con la debida cadena de custodia”, aunque reparan: “Sin embargo, de forma inexplicable, durante la jornada del viernes 2 de septiembre la magistrada rompió la cadena de custodia. Es que cuando el dispositivo llegó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), el sobre estaba abierto”.
Indican además que “lo más grave fue que [el celular] llegó reseteado a cero” y acotan que nunca se supo que pasó. “La única certeza es que el celular entró al juzgado en un sobre cerrado, intacto, y salió en un sobre abierto, reseteado”, remarcan.