Vacunación vip

Carlos Zannini dijo no estar arrepentido de haberse vacunado contra el Covid-19 y justificó la dosis de Verbitsky

El Procurador General del Tesoro se refirió al escándalo del "Vacunatorio VIP" y aseguró que no violó ningún tipo de norma.
Carlos Zannini habló sobre la vacunación VIP (Foto: archivo).

Carlos Zannini habló sobre la vacunación VIP (Foto: archivo).

El Procurador General del Tesoro, Carlos Zannini, aseguró que no está arrepentido de haberse vacunado contra el Covid-19 de manera irregular y sin respetar el orden establecido por el Gobierno. Manifestó que ni él ni su esposa, Patricia Alsúa, que también recibió una dosis, cometieron una “violación de normas”.

“Sabía que estaba en las condiciones legales de poder vacunarme”, expresó el funcionario kirchnerista, que fue inoculado al ser considerado “personal de salud”.

Zannini justificó que se aplicó la dosis porque “el 20 de diciembre surge la resolución y yo acudo a la autoridad sanitaria porque estoy incluido (mayores de 60 años con enfermedad prevalentes)”. Además, agregó: “Me arrepiento de no haber sacado la foto en el momento. No hemos cometido ninguna violación de las normas".

En esa misma línea, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, justificó el accionar del dirigente y aseguró que es parte del “personal estratégico”.

“Zannini es un funcionario público de alto rango, de la administración pública nacional. Si tiene un problema de salud, es un problema para el Estado”, expresó la ministra.

El Procurador General del Tesoro también remarcó que en una conversación que tuvo con el periodista Horacio Verbitsky, quien estuvo involucrado en el caso del “Vacunatorio VIP”, le dijo que estaba “equivocado”.

“No tenés que actuar con culpa porque vos tenés derecho a eso, sos una personalidad que necesita ser protegida por la sociedad. El problema surge de la falta de vacunas, no de quién se vacuna”, remarcó Zannini sobre la charla con el periodista.

Consultado sobre su paso por la cárcel a raíz de la causa del Memorándum con Irán, señaló: “Aprendí que no estoy obligado a perdonar si ellos no se arrepienten. Realmente no he podido perdonarlos porque no dan muestras de arrepentimiento y lo volverían a hacer y, lo que es peor, estamos ante una derecha autoritaria, no democrática, que piensa que la supresión del otro es un camino”.

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