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El entonces presidente, Fernando De La Rúa, renunció tras los cacerolazos y represiones ocurridas el 19 y 20 de diciembre de 2001.
Esta medida afectó de lleno a la clase media que se vio fuertemente restringida para sus movimientos económicos y a la clase baja, mayormente no bancarizada.
La crisis económico-social entre 2001 y 2002 llevó a que el índice de pobreza se disparará a un 52.8%, mientras que la desocupación registrada fue superior al 21.5%. Este panorama contribuyó al estallido popular que se hizo sentir en Casa Rosada con los cacerolazos del 19 y 20 de octubre de 2001. La consecuencia inmediata fue la renuncia del Ministro de Economía, Domingo Cavallo, y del presidente, Fernando de la Rúa.
Del cacerolazo a la Masacre de Plaza de Mayo
El 20 de diciembre de 2001 quedó marcado en la memoria de los argentinos. Tras dos días de fuertes protestas, aquel jueves hubo una violenta represión -conocida como la Masacre de Plaza de Mayo- en la que fueron asesinadas 5 personas, y se intentó asesinar a otras 4 más. También sufrieron lesiones otras 227.
El cacerolazo generalizado en todo el país dejó un total de 39 personas asesinadas, entre ellas siete menores de entre trece y dieciocho años.