Gildo Insfrán es el delegado de liderar la política de alianzas. Se le está dando preponderancia al poder territorial. Un lugar que los gobernadores habían perdido. En la previa, existió un plan alternativo de conformar una mesa de 3 patas para convalidar las posibles alianzas electorales: debía haber alguien del kirchnerismo, uno de los gobernadores y un albertista. La idea era que cualquier votación saliera 2 contra 1.
"Dejemonos de joder. Esto siempre se decidió entre el presidente del Congreso del PJ y el del Consejo del PJ; y hoy el del Consejo no está acá", dijo uno. Se refería a Alberto Fernández.
Fue Gustavo Menéndez ("el Tano") el que propuso cerrar la discusión públicamente. Fue después de que la tribuna coreara "Cristina Presidenta". "Se solicita autorización para que el partido integre un frente electoral y se designe al compañero Gildo Insfrán para que firme toda la documentación necesaria a tal efecto", planteó. Se votó por aclamación.
Pero en el medio quedaron pendientes varias dudas que, seguramente, se van a empezar a resolver en los próximos días.
Duda 1: ¿va a haber PASO o candidato único?
No lo dice como no lo dijo Máximo el sábado. Un tema es el guitarrista y otro distinto la partitura. En el peronismo no hay ninguna de las dos por ahora.
La carta de Cristina no da certezas sobre ese punto:
"Debemos ser inteligentes para salir de este laberinto y romper la trampa a la cual nos quieren llevar: que tengamos una candidatura prohibida por el Partido Judicial".
"Ante esta situación resulta imprescindible -más que nunca- la construcción de un programa de gobierno que vuelva a enamorar a los argentinos y las argentinas, y convencerlos de que un país mejor no sólo es posible".
Dos planteos: yo no soy candidata, porque la Justicia hace trampa; lo primero es el programa. Los candidatos, vemos más adelante.
En el peronismo hay dos posturas.
- La de Sergio Massa que pide que no haya PASO y tener un candidato único.
- Y la de Alberto (y el albertismo) que pide democratizar el partido. Sabe que sin PASO, los dirigentes que apostaron por su liderazgo no van a tener ningún lugar adentro del armado.
Las intenciones de Sergio Massa no son solamente por un cálculo electoralista. Sostiene en privado que las internas en el peronismo siempre terminan mal y que le terminarían metiendo más ruido a una economía que agoniza. Además estiraría innecesariamente los plazos de algunas definiciones. Lo dijo con todas las letras: "No nos entra un quilombo más".
Duda 2: ¿Qué lugar va a tener el kirchnerismo en la etapa que se viene?
Cristina Kirchner se reafirma como la líder del espacio. No es casual que mientras el resto del PJ discutía vaguedades, ella salió con una carta que tapó cualquier otra noticia. "He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal", planteó. Una elípsis histórica que omite que en cada una de las decisiones ella se pone en el centro. Como este martes.
Si está claro que ella es la jefa, no queda tan claro quiénes van a ser los intérpretes del nuevo "tiempo histórico", como le gusta decir y escribir a ella. Wado de Pedro, el ministro del interior tuvo un lugar central en el Congreso del peronismo. ¿Se animará a que sea su candidato a presidente? ¿O será el vice en una fórmula con Sergio Massa? Si hiciera eso, ¿no corre el riesgo de que le pase lo mismo que con Alberto? ¿Qué lugar va a tener Axel Kicillof en todo esto?
Duda 3: ¿Qué va a pasar con la Provincia de Buenos Aires?
Es el epicentro de la cuestión. A nivel nacional: ¿Jugar para ganar o jugar para perder?; a nivel provincial, ¿Cómo garantizar un resultado favorable?
Recordatorio importante: la provincia de Buenos Aires, en particular el conurbano, sigue siendo el principal bastión del peronismo. No se pueden dar el lujo de perderlo. La gobernación se gana por un voto; no hay segunda vuelta. La ingeniería electoral pasa a ser clave.
En estos días surgió la idea de desdoblar la elección para separarla de la nacional.
Sergio Massa y Axel Kicillof se mostraron juntos en un acto en la localidad de América. Foto Mecon.jpg
La ventaja: al ser una elección sin efecto arrastre, la boleta de Juntos por el Cambio no se va a ver traccionada por el candidato a presidente. Kicillof mantiene buena imagen, las chances de ganar aumentarían.
La desventaja: al no estar Milei en la boleta (porque va como candidato a presidente), el voto opositor no se va a dividir tanto. Por lo tanto, es posible que el candidato de Juntos por el Cambio termine sacando más votos.
Un dilema dificil de resolver.