Habrá récord de gastos para el Estado en torno a la impresión de boletas de cara a las próximas elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 13 de agosto (Foto: archivo).
8.000 millones de pesos es lo que tiene previsto pagar el Estado nacional a los más de 47 partidos políticos nacionales y a las 15 alianzas electorales, para financiar solamente la impresión de boletas de los más de 27 precandidatos a presidente habilitados para competir en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 13 de agosto.
Pero, ¿cómo funciona la maquinaria electoral que habilita, por ser laxa, la ley electoral?.
Según pudo saber A24.com, tras hablar con funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional, de la Cámara Nacional Electoral y representantes de fuerzas políticas, hay en Argentina una cada vez más fuerte fragmentación en la representación electoral que hace que en las próximas PASO 2023 haya un récord habilitado de partidos políticos que presentan listas a cargos electivos en distintas categorías nacionales, provinciales y municipales.
En algunos casos, solo se trata de denominados "sellos de goma" que muchos dirigentes usan para conseguir financiamiento. La única limitación legal es la de contar con el aval de un partido político nacional. Por eso, sabiendo que no llegarán a competir en las elecciones generales para presidente, transforman a las PASO en un mero negocio electoral para algunos.
En muchos casos, reconocen, hay sellos partidarios viejos que se alquilan; incluso que no actualizan el padrón de afiliados desde hace años, pero mantienen vigente la personería jurídica y afiliaciones a nivel nacional y puede poner la estructura a disposición de cualquier candidato.
Consultado al respecto, el director nacional electoral, Marcos Schiavi, precisó casos extremos como el de "un partido de Córdoba que tiene 4000 afiliados y presentó 7 listas de precandidatos para competir en las PASO". Por eso cobra $2,92 por impresión de cada boleta, multiplicado por la cantidad de electores nacionales" lo que suma una fortuna.
El funcionario nacional plantea que "para mejorar el sistema político debido a la gran fragmentación partidaria, sería necesario cambiar la ley de financiamiento de partidos políticos y poner más requisitos para que los espacios políticos sean más representativos".
En las mesas de votación el próximo domingo 13 de agosto, los votantes de la provincia de Buenos Aires se van a encontrar con una oferta récord de boletas y de candidatos para ocupar cargos electivos, cuya extensión por la cantidad de listas internas costará ubicar físicamente en las mesas de votación.
Habrá 27 listas de candidatos a presidente y vicepresidente, y más de 50 listas para candidatos a diputados nacionales y senadores, sin contar con los partidos políticos locales que llevan solo candidatos locales (gobernador, diputados y senadores provinciales, intendentes y concejales) sin fórmula presidencial, lo que generará mayor confusión en el electorado dentro del cuarto oscuro.
Pero desde la DINE, advierten que eso no se soluciona cambiando el sistema electoral. Se trata de un problema del sistema de representación y de regulación de los partidos políticos.
Esta semana la Dirección Nacional Electoral (DINE) publicó en la web oficial elecciones.gob.ar las disposiciones para que se inscriban los partidos y precandidatos que pretendan aportes del Estado para la impresión de boletas de votación por las 5 categorías electorales.
Un gasto que representará un total de 8000 millones de pesos que tendrá que pagar el Estado solo por la impresión de boletas para Presidente, Parlasur nacional, Parlasur distrital, senadores y diputados nacionales.
Aunque los parámetros de reparto están muy claramente estipulados, el problema sigue sin resolverse.
En la DINE, por intervención de la Casa de la Moneda, fijaron un valor al cuerpo de boleta de $ 2,92. Luego sobre un padrón nacional de 35 millones de electores, redondeando, cada partido o alianza cobrará 105 millones de pesos para la impresión de cada cuerpo de la boleta presidencial.
Después, cada alianza o partido político define la manera en que distribuirá esos fondos que financia el Estado entre cada una de las listas de candidatos que se presentan para competir en las internas de cada alianza sobre la base de su reglamento interno.
A esos gastos, hay que sumarle lo que el Estado nacional paga a cada partido político y alianza en el marco de la ley de financiamiento de campañas electorales, monto que se calcula a partir de una fórmula combinada entre los votos que sacó el espacio político en la última elección y un monto fijo igual para todos los candidatos.
Según confirmaron fuentes de la DINE a A24.com, en Argentina superan los 700 partidos políticos en todo el país, y de orden nacional los espacios partidarios suman alrededor de 50.
Hay sellos, partidos históricos que son parte de las coaliciones más grandes que suman 10 partidos. En las provincias sucede algo semejante o más. Después hay partidos que se presentan individualmente cada dos años.
Para poder mantenerse vigente como estructura jurídica, un partido que tiene que tener un piso de 4 mil afiliados. Apenas con ese número de adhesiones, puede conseguir la habilitación para presentar candidato a senador distrital, y competir con las alianzas más grandes que tienen millones de adherentes y votos a nivel nacional.
Por 4000 afiliados, cobra lo mismo por presentar boletas, que los partidos grandes.
Hay una instancia de control de los gastos ante la que los partidos tienen que justificar que realmente concretaron la impresión de las boletas y no se quedaron con la plata del Estado. Deben presentar facturas legales que controla la Cámara Nacional Electoral. Pero eso muchas veces termina transformándose en un agujero negro difícil de controlar.
Para candidatos a gobernador y demás cargos electivos distritales, esos gastos son financiados por los gobiernos de cada distrito.
Otro ejemplo de la fragmentación, además de las 27 fórmulas presidenciales nacionales o las listas para senador, se da en los municipios. En la mayoría de los 135 municipios bonaerenses, sumando las boletas de todos los partidos o alianzas, hay más de 30 precandidatos para competir por el cargo de intendente. Una cifra pocas veces vista, según admiten en el gobierno nacional.
Hay distintas bibliotecas que analizan por qué se multiplicó en las últimas elecciones la fragmentación electoral, es decir, la cantidad de partidos y frentes electorales que presentan listas para competir en las elecciones nacionales. "Tenemos cada vez más partidos, y por ende se fue traduciendo en que tenemos cada vez más candidatos", explican en unas de las oficinas que coordina las elecciones.
Para presentar lista a presidente y vice nacional tiene que tener un piso de afiliados del 1x mil del padrón electoral, en provincia de Buenos Aires el techo es de 4 mil afiliados, y a nivel nacional el piso es tener registrado el partido en 5 provincias.
"Tiene que ver con que se fue fragmentando la representación, tenemos espacios y expresiones que no se sienten representados por los partidos mayoritarios y arman sus propios partidos o alianzas", explican desde la DINE.
Otro funcionario con despacho en la Casa Rosada y analista político del Gobierno, admitió a A24.com que "de las 27 fórmulas presidenciales que competirán para presidente, solo 6 o 7 pasarán el filtro de las PASO y llegarán a competir en las elecciones generales de octubre. Muchas quedarán en el camino por no llegar a cubrir el piso mínimo de 1,5 % de los votos del total del electorado nacional. De todas maneras, cobran por las boletas y los gastos de campaña. Es un negocio redondo".
