La estrategia que hizo que Cambiemos sea una exitosa coalición electoral fue ir a unas PASO en la que compitieran los líderes y partidos que la integraban. Aún sabiendo que perdían, Ernesto Sanz y Elisa Carrió fueron a competir para poder darle fortaleza al candidato que mejor medía en la general. ¿Por qué no se puede replicar esa estrategia?
De esta manera, Lavagna le mete ruido al espacio. En lugar de darle volumen se lo quita. Dice que quiere construir por fuera del peronismo; pero ahí está Cambiemos y Macri. Dice que aspira a la unidad nacional. Pero no parece tener la cintura suficiente para congregar a todos.
Así, con un discurso profundamente “antigrieta”, Lavagna le termina haciendo el juego a lo que dice combatir. Cristina y Macri son los máximos beneficiarios de estas idas y vueltas del ex ministro.