Las personas evacuadas habían quedado atrapadas tras el agravamiento de la situación regional, que incluyó ataques con misiles e incertidumbre sobre los vuelos comerciales. Según fuentes oficiales, todos los traslados se realizaron de manera segura y bajo protocolos establecidos por los ministerios de Defensa y Seguridad.
"En lo personal, poder representar un gobierno comprometido que ayudó a 250 personas a regresar a sus hogares, a su patria, junto a sus familias, es algo maravilloso", concluyó el embajador en su mensaje, que fue replicado por distintas figuras del Gobierno.
La decisión del Gobierno
El primer paso del plan se concretó este miércoles por la mañana con el despegue de un vuelo especial de Aerolíneas Argentinas desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. El avión, un Airbus 330 identificado con la matrícula LV-GKO, partió a las 8:35 bajo el número AR1090 con destino a Roma, donde se encuentra el punto de conexión para los evacuados provenientes de Israel.
Según fuentes oficiales, el vuelo cuenta con 230 reservas y su regreso está previsto para el jueves 26 de junio a las 4:00 hora local desde la capital italiana, con arribo a Buenos Aires a las 13:35, hora argentina.
El operativo se articula con la aerolínea El Al, encargada del tramo Tel Aviv–Roma, desde donde los ciudadanos argentinos podrán abordar vuelos de Aerolíneas Argentinas con destino a Ezeiza.
Aerolíneas Argentinas confirmó el inicio del operativo, aunque evitó difundir mayores detalles por cuestiones de seguridad. La coordinación logística y diplomática del proceso está en manos del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Defensa y las autoridades de seguridad.
El plan se definió en paralelo a los anuncios realizados por el gobierno israelí, que habilitó la reanudación de vuelos internacionales desde el Aeropuerto Ben Gurión en Tel Aviv, a partir del martes 24. Esta reapertura permitió acelerar la implementación de la estrategia argentina para asistir a sus ciudadanos.
Aunque la tensión en Medio Oriente parece haber cedido, el Gobierno argentino mantuvo su postura de actuar de forma preventiva. La decisión fue respaldada por la administración de Javier Milei y forma parte de una respuesta coordinada frente a los riesgos que aún persisten en el terreno.