Por ahora, las señales apuntan a una pausa. Pero ninguna de las partes rompió los canales de diálogo. Dentro del PRO conviven posturas distintas que van desde retomar la alianza con el radicalismo a la esperanza de llegar a un acuerdo por el margen de tiempo abierto hasta el jueves, cuando cierre la inscripción de los frentes.
En filas libertarias reconocen que el acuerdo con PRO quedó en “stand-by”. Sospechan que el freno no se debe solo al desacuerdo por los lugares, sino a las diferencias internas entre los propios primos Macri. Creen que el expresidente quiere sellar el frente con LLA, pero que su primo, el jefe de gobierno porteño, prefiere sostener el esquema de Juntos por el Cambio.
Karina Milei, que actúa bajo la supervisión de Eduardo “Lule” Menem, mantiene una postura inflexible para no ceder más espacios al PRO. La boleta de senadores nacionales, que tendría a Bullrich como primera candidata, ya fue reservada para dos nombres libertarios. Además, exigen imponer el nombre del frente, el color violeta, y un poder de veto sobre las propuestas que haga el PRO para integrar la lista. Solo aceptarán figuras que respalden sin fisuras la agenda legislativa de Milei.
Esa lógica también se aplicará al resto del país. Santiago Viola, “Lule” Menem o la propia Karina serán los apoderados de LLA en los 24 distritos. Un esquema de verticalismo que ya genera roces con aliados locales en varias provincias. En el entorno libertario no hay apuro. Confían en que el expresidente terminará inclinándose por confluir con ellos, a pesar de las objeciones de su primo y de Vidal, que impulsan una alternativa por fuera del peronismo y los libertarios.
Por ahora, el único acuerdo cerrado entre LLA y el Pro es en la provincia de Buenos Aires, donde compartirán listas para las elecciones del 7 de septiembre. A nivel nacional, hay conversaciones abiertas en distritos como Entre Ríos, donde Rogelio Frigerio estaría cerca de cerrar, Córdoba, Misiones, Santiago del Estero, La Pampa, Río Negro y Tierra del Fuego.
En Santa Fe, sin embargo, el PRO acompaña al gobernador Maximiliano Pullaro, uno de los cinco mandatarios que impulsa un espacio federal alternativo tanto al kirchnerismo como a Milei. Macri, por su parte, apuesta a sostener sus alianzas con Claudio Poggi en San Luis y Marcelo Orrego en San Juan.
En Mendoza, pese a que el radical Alfredo Cornejo ya sumó a LLA, el PRO competirá con boleta propia. En una reciente reunión virtual del Consejo Nacional partidario, Macri pidió a sus dirigentes provinciales que negocien con “flexibilidad” pero también con “dignidad”.