Casa Rosada

La Argentina de la Fase 1: Idas y vueltas de una decisión complicada

No es la primera vez que Alberto Fernández dice una cosa y con diferencia de horas, cambia y hace lo contrario bajo el argumento de "cuidar la salud de los argentinos".
Stella Gárnica
por Stella Gárnica |
La Argentina de la Fase 1: Idas y vueltas de una decisión complicada

La Argentina de la Fase 1: Idas y vueltas de una decisión complicada

Esta semana el presidente, Alberto Fernández había señalado públicamente que por la crisis económica, hoy los argentinos “no resistiríamos volver a Fase 1”, como la declarada entre marzo y junio de 2020 al inicio de la pandemia, pero 24 horas después de esas declaraciones algo pasó y cambió toda la estrategia del Gobierno, que anunció en la segunda Cadena Nacional que utiliza el mandatario desde que asumió en el poder un regreso a la cuarentena total.

Algo parecido había pasado cuando había prometido no suspender las clases presenciales y al otro día con el DNU del 30 de abril vigente hasta el viernes, declaró al AMBA como zona de "Alerta sanitaria" y ordenó a la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y al conurbano pasar a clases virtuales en todos los niveles educativos, lo que le valió al Gobierno un fuerte enfrentamiento con la oposición y con la Corte Suprema de Justicia y terminó en una fuerte politización de la pandemia.

“Estamos en el peor momento de la pandemia” y “un país no puede tener 24 estrategias sanitarias ante una situación tan grave”, advirtió el Presidente este viernes en su nuevo discurso de 20 minutos por Cadena Nacional. Fue un mensaje destinado a aplacar la rebelión de los gobernadores que como el porteño Horacio Rodríguez Larreta, no acataron el DNU que venció este viernes y que luego de haber puesto en cuestión la autoridad presidencial, ahora con el apoyo de todos los gobernadores, se extiende con medidas más extremas, como la prohibición total de circular en todo el país, a quienes no sean considerados "esenciales".

Pero nadie se anima a asegurar que las nuevas restricciones no se extenderán en el tiempo -más allá de los 9 días que establece el DNU hasta el 30 de mayo-, para pasar un nuevo invierno de pandemia, como únicas medidas efectivas, mientras llegan las prometidas vacunas.

Desde la Casa Rosada insisten en evitar hablar de Fase 1, pero algo de nuevo hizo cambiar de opinión al Presidente y sorprendió con un anuncio de endurecimiento de las restricciones que muy pocos esperaban:

El jefe de gabinete, Santiago Cafiero, salió a aclarar que a diferencia de las restricciones de la cuarentena más estricta entre marzo y junio de 2020- esta vez, la tan criticada Fase 1 vuelve, pero con estrategias de aperturas y cierres intermitentes de actividades, en períodos cortos de tiempo. Después del 30 de mayo se vuelve a las restricciones previas que regían con el DNU del 30 de abril, y el fin de semana del 5 y 6 de junio habrá de nuevo Fase 1. Toda una ingeniería que será difícil de hacer cumplir, por eso la decisión de coordinar operativos policiales con las provincias en todo el país y sobre todo, en el AMBA.

Las razones de Alberto

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Hubo tres factores que lo hicieron cambiar de opinión y que defienden en el entorno presidencial, pese a la ola de críticas por la forma de tomar decisiones a último momento, profundizando aún más la incertidumbre de la sociedad argentina que ya no avizora un rumbo para una organización mínima de sus vidas social y económica.

A Alberto Fernández ya no le importa sufrir el costo político de las decisiones antipáticas, porque la imagen del gobierno ya está por el suelo. ¿Cuánto más puede caer?

El cálculo que hacen en Casa Rosada es que podría caer mucho más si no frena ahora esta segunda ola de contagios y de muertes por COVID, que de seguir así, se seguirían multiplicando, llevando al colapso del sistema sanitario hasta ver la tan temida película que vimos en Brasil o en India, con las nuevas cepas ultra contagiosas y tumbas NN masivas por muertos por COVID.

Pero ¿cuál es la explicación que dan en la Rosada para fundamentar el cambio en la palabra del Presidente, que tres días antes de anunciar la nueva fase 1 había dicho todo lo contrario?

  • 1- Lo primero que hubo fue un crecimiento exponencial de casos y fallecidos: “Nos fuimos de meseta alta de 25.000 casos diarios hace dos semanas a finales de abril, a 35.000 nuevos casos diarios y pasamos de 300 a 700 fallecidos por día".

Alberto iba a sostener el mismo DNU con mínimas restricciones de la actividad económica pero luego de escuchar a los epidemiológos que en el zoom del martes -cuando se conoció el salto a 35585 nuevos contagios- le suplicaron que “cierre todo por 3 semanas ya, porque es ahora o nunca”, que como había anticipado A24.com le dijeron en el primer zoom de esta semana, tras ver la suba abrupta de contagios.

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  • 2- El segundo factor que operó en el cambio de rumbo de las restricciones fue la cumbre dividida en dos zoom que tuvo con todos los gobernadores entre miércoles y jueves, incluidos Rodríguez Larreta y otros opositores como el jujeño Gerardo Morales que hasta ese día se oponían al cierre de clases presenciales, pero después de esa charla, dura y con fuertes pases de facturas, terminaron apoyando.

Cerca del Presidente argumentaron que la gran mayoría de los gobernadores plantearon que era más efectivo el cierre total de sus provincias, que seguir tomando medidas focalizadas en ciudades donde se registraron picos de contagios.

Dicen que se les “tornó más difícil de controlar'' el cumplimiento del distanciamiento social, la prohibición de circular en horarios nocturnos y los protocolos en las zonas de "alerta" sanitaria, porque la gente se relaja al ver que en otra localidad hay mayor actividad de personas que en la que viven.

Ese intercambio durante los zooms hizo cambiar la estrategia de Alberto que decidió anunciar las medidas solo, en una muestra de autoridad en cadena nacional, el jueves a la noche, con un video grabado horas después en el Museo del Bicentenario ubicado en el subsuelo de la Casa Rosada .

"Aprendimos que después del confinamiento a todos por igual como el de 2020 no era lo óptimo para la economía, y por eso el año pasado pasamos a hacerlo focalizado porque no es lo mismo un lugar con muchos casos de coronavirus, que otro con menos casos y fuimos en ese camino. Pero ahora -señalan cerca del Presidente-, los gobernadores plantean se les dificulta más los controles de esa manera. Estamos en la peor situación de la pandemia y coincidieron en que iba a ser más efectivo el cierre total en las provincias más que por categorías sanitarias".

Finalmente, sin necesidad de una solicitada firmada por los 24 gobernadores, el consenso llegó igual.

  • 3- La oportunidad ante una semana corta, con tres días hábiles nada más, con la marcha atrás y el retorno del feriado puente del lunes 24 de mayo -que había sido suspendido- para poder hacer este endurecimiento de las restricciones a todas las actividades no esenciales, con el menor efecto económico posible. Se venía conversando en los últimos dos días entre el Gabinete y los gobiernos provinciales, pero recién lo dejaron trascender el jueves, con el mensaje presidencial.

El confinamiento total había sido hablado en las reuniones de los jefes de Gabinete nacional, CABA y PBA el lunes pero nadie lo dejó trascender esperando el impacto en la opinión pública de la difusión alarmante de los casi 40.000 nuevos contagios del miércoles.

La improvisación como sello de la pandemia

Las reuniones y anuncios frenéticos ya son un sello en el estilo de gobierno de Alberto Fernández, como él siempre dice, marcado como el Presidente de la pandemia.

El cambia su agenda y la de todos los funcionarios, a último momento. Convocó a una reunión virtual desde Olivos a los ministros de Salud e Interior para sumarse al encuentro con los epidemiólogos.

También anticipó el anuncio del nuevo DNU -que terminó de ser redactado el viernes a la tarde en la Casa Rosada minutos antes de su publicación en el Boletín Oficial y de su entrada en vigencia a la medianoche.

En principio el discurso oficial iba a ser el viernes a la mañana, pero lo anticipó para el jueves para dar tiempo a la gente a que aproveche las últimas 24 horas en reorganizar su vida laboral, social, sanitaria, familiar.

El horario Alberto es “minuto a minuto”, admiten los colaboradores del Presidente que corrieron durante toda la semana también sorprendidos por los cambios de último momento. Ya nadie se anima a anticipar las medidas porque saben que es “Alberto el que tiene la última palabra y puede cambiar todo a último momento”. Obvio que después de consultas con los socios de la coalición: Cristina y Máximo Kirchner, Sergio Massa y los gobernadores.

El es su propio jefe de Gabinete, como cuando gobernaban Néstor y Cristina Kirchner.

Tras la prueba del primer fin de semana de estricto confinamiento, Alberto se mostrará este martes 25 de Mayo con un acto y tedeum virtual por el Día de la Patria. Habrá que ver en qué grado se cumplen las restricciones y si logra bajar los contagios a 15.000 diarios, como objetivo impuesto para evitar el colapso sanitario.

El estilo de toma de decisiones

"Una medida sola no alcanza, necesitamos que las jurisdicciones adhieran, fiscalicen, y que la sociedad pueda dimensionar la gravedad de la situación y el riesgo en que estamos. Estos 9 días deberían ser realmente importantes para que los lugares en que aumentan los casos de forma exponencial se pueda minimizar lo más posible. Tenemos la expectativa de lograr el desafío", dijo la ministra de Salud, Carla Vizzotti, hoy quizás, la vos más escuchada por Alberto para la gestión de la pandemia.

"Tenemos tensión en un sistema de salud que se ha duplicado en promedio en todo el país. El objetivo de estos 9 días es disminuir la transmisión y poder estabilizar la situación", alertó Vizzotti y también llamó a "despolitizar" y sacar la crisis sanitaria de la grieta política.

Al final, el mensaje acordado fue de mostrar "consenso" ante las nuevas restricciones. Será que tanto desde el oficialismo como de la oposición tomaron nota del hartazgo de la sociedad que ve todos los días a los dirigentes políticos peleándose por posicionarse mejor en un año electoral, mientras nadie resuelve la crisis económica, social y sanitaria, tras más de un año de pandemia.

Luego de que por varias semanas los Gobiernos nacional y porteño se tiraran de todo por las clases presenciales, Vizzotti salió a aclarar que firmaron la paz al menos por 9 días con Rodríguez Larreta: "No estamos viendo lo que se hizo bien o mal y quién tiene la culpa, estamos tratando de resolver un problema que tiene el mundo" dijo y también hizo una especie de mea culpa por la demora en la compra de vacunas: "Nos hubiera gustado ir más rápido con la campaña de vacunación pero no estamos mal".

Aunque nunca apareció la solicitada de apoyo de gobernadores, una estrategia que había pensado la Casa Rosada para sostener las medidas, en cambio las dos videoconferencias con el reto del Presidente a los gobernadores y la amenaza de avanzar igual con las restricciones fue de la mano con echarle la culpa a cada uno que no asuma la responsabilidad por las consecuencias sanitarias de no hacer cumplir las restricciones.

Por eso, se terminó de sellar los operativos de control en el Consejo de Seguridad Interior coordinando los controles en todo el país para hacer cumplir con policías locales y federales, el confinamiento (evitan hablar de estado de sitio).

Pero nadie en el gobierno nacional ni en las provincias ni en CABA, garantizan que la Fase 1 no vuelva a repetirse de manera zigzagueante de aquí al verano como una copia de la película europea que Alberto vió en su gira por España, Italia y París la semana pasada, con periodos cortos de cierres totales y reaperturas. Esta historia continuará el 11 de junio...

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