El jueves se concretó el cierre de alianzas para las elecciones de octubre. Es apenas una entrada del plato principal de los conflictos que se van terminar de cristalizar el sábado que viene, 16 de agosto por el cierre de las listas de candidatos.
Los libertarios terminaron de cerrar acuerdos con el PRO. El peronismo garantiza la unidad pero a medias. La tercera vía, no termina de consolidarse.
El jueves se concretó el cierre de alianzas para las elecciones de octubre. Es apenas una entrada del plato principal de los conflictos que se van terminar de cristalizar el sábado que viene, 16 de agosto por el cierre de las listas de candidatos.
Con la foto todos vestidos de violeta, se terminó una etapa. Chau partido amarillo. Macri cerró con Milei a cambio de casi nada: en algunos distritos ni les dieron candidatos y solo aceptaron el acuerdo para poder mantener la personería jurídica. No hay mucho más que eso. En provincia les van a entregar algunos pocos lugares. En Caba les dejaron el lugar 5 y 6 de la lista, a cambio de un compromiso de sumisión absoluta hasta el 2027, que fue ratificado en el documento que se difundió durante el jueves. Hay heridos (fuertes) internos en el PRO. Muchos querían reeditar Juntos por el Cambio. Ganó Macri. Ganó Karina. Ganó Milei. Todavía persisten algunas dudas.
En el PJ-kirchnerismo se sigue repitiendo como mantra la idea de la unidad. Y en lo formal es una idea real. Pero la sigla Fuerza Patria no pudo ser impuesta en todos los distritos. En muchos casos los gobernadores priorizaron alianzas locales y se cortaron solos. El kirchnerismo soñaba copar todas las listas a partir de la presidencia de Cristina en el PJ. Pero el resultado no fue el esperado. La unidad se logró. Pero no están claros los alcances de esa unidad.
Y fundamentalmente, queda una duda sobre cómo van a reaccionar en el Congreso los diputados y senadores que entren por las listas peronistas a partir del 10 de diciembre. Incógnitas.
5 gobernadores sellaron una alianza para competir bajo el mismo sello en las elecciones de octubre. Son los Los gobernadores de Córdoba, Martín Llaryora; de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres; Carlos Sadir, de Jujuy; y Claudio Vidal, de Santa Cruz.
A los 5 podría sumarse el correntino Gustavo Valdés, de Corrientes. Primero se iba a llamar "grito federal". Era demasiado caudillesco. Lo cambiaron por Provincias Unidas. Aunque eso dejaba casi afuera al AMBA. Era una idea que tenían algunos.
A última hora se cerró un acuerdo para acompañar desde Capital y Provincia. Hubo que mudar el buen Manes a CABA, para que encabece la lista de senadores para poder dejarle al partido de Schiaretti espacio en Provincia. La lista de diputados por provincia quedaría para un peronista no k, como Florencio Randazzo y la de diputados de CABA para un radical, Martín Lousteau.
Pero las negociaciones no fueron todo lo bueno que se esperaban. Sobre la noche del jueves, la Coalición Cívica y el espacio de Larreta decidieron levantarse de la mesa y llevar en CABA su propia lista. Le resta volumen a la tercera vía. También aparecieron gobernadores que rechazaron sumarse. ¿Hay posibilidad de construcción conjunta en medio de tanta polarización?
Hasta acá contamos los acuerdos. Pero la gran duda es cómo se van a terminar de conformar las listas este sábado 16. Porque una cosa es discutir por los sellos y otra por los nombres propios, incluyendo egos e intereses diversos.
En la Libertad Avanza está claro que todo lo maneja Karina. No hay doble comando. Habrá que ver si aparece algún veto sobre los nombres que proponga Mauricio para Capital o Provincia.
En el peronismo la cosa está más complicada. Ya no hay un liderazgo automático de Cristina Kirchner y las tensiones pueden escalar. Especialmente en la provincia de Buenos Aires. Se empieza a saber que el cierre de listas de aquel sábado por la noche fue más tenso de lo que se conoció inicialmente.
¿Qué lugar tendrán los gobernadores? ¿Qué lugar le quedará a la Cámpora?
Tanta discusión electoral pone en manifiesto la fragilidad del pan-oficialismo. Mientras discute candidaturas, Milei pierde aliados en el Congreso. La coalición que le dio gobernabilidad hasta acá se desarma. Por eso, el Gobierno pierde una y otra vez en el Congreso. Porque los que apoyaron y ven que ahora no les dan nada, empiezan a dudar. No es fácil votar cosas impopulares a cambio de nada. Lo verbalizó el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz. “La lealtad es una avenida de ida y vuelta”, dijo.
La duda es si una vez que las listas queden cerradas, el conflicto se va a disipar. O si por el contrario, es el inicio de una guerra entre el oficialismo y sus aliados con un final impredecible.