Panorama

Los gobernadores se impacientan: valoran la iniciativa de Santilli pero esperan propuestas concretas

Semana clave para la nueva fase del Gobierno. Los gobernadores rescatan el nuevo rol del ministerio del Interior. Pero hay temor por la falta de poder real de Diego Santilli.

Pablo Winokur
por Pablo Winokur |
Santilli y Adorni con el chaqueño

Santilli y Adorni con el chaqueño, Leandro Zdero.

Diego Santilli está cumpliendo con lo que prometió. En poco más de dos semanas se va a haber reunido con todos los gobernadores que firmaron el Pacto de Mayo y que están dispuestos a acompañar reformas; hasta ahora se reunió con 12 y le quedan 8 hasta diciembre. Usa sus contactos de su histórico rol de negociador político para poder tender puentes entre un Gobierno que habla (y hace) poco y un sistema político que lleva dos años de necesidades postergadas.

El problema es que hasta ahora solo escuchó y habló bastante poco. Y no hay gestos concretos de que vaya a tener margen para poder resolver las necesidades de los mandatarios.

Santilli todavía no se juntó con Luis "Toto" Caputo que es el que tiene la billetera. Tampoco se conocieron -al menos públicamente- encuentros con Milei. En las reuniones con gobernadores que se hacen en la Rosada, siempre participa Manuel Adorni como Jefe de Gabinete. ¿Desconfianza de Karina? Puede ser. Cerca de Santilli dice que lo invitó él. "Le propuso que esté presente en todas las bilaterales para trabajar juntos la demanda de las provincias y la agenda de reformas del gobierno", aclararon.

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Por eso, a la salida de las reuniones, los mandatarios plantean siempre escenarios similares: "Nos escuchan pero todavía no hay respuesta", comentaron a A24.com desde los entornos de al menos 5 gobernadores que se reunieron con Santilli en los últimos días. Algo parecido pasaba con Guillermo Francos, cuando era ministro del Interior y con Lisandro Catalán en su breve paso por la cartera.

A este contexto se agregan otras situaciones (y letargos) que se vienen dando en las últimas horas:

  • El Presupuesto 2026 tiene dictamen de comisión, pero no tiene votos ni arreglos. Los supuestos macro son poco verosímiles. Los mandatarios quieren ver alguna adecuación.
  • De la reforma laboral se sabe poco y nada. Hay circulando varias versiones distintas. En el Gobierno dicen que falta el toque final del Consejo de Mayo, que casualmente se acaba de quedar sin su presidente (era Guillermo Francos). La oposición quiere ver algun papel para empezar al menos a discutir algo.
  • De la reforma impositiva, menos que menos. Cayó mal la filtración sobre un cambio en el monotributo.
  • La reforma al Código Penal -último tema que planteó Milei- no está en la agenda de nadie.

El error del libro cerrado

El riesgo que tiene ahora el Gobierno es volver a tropezar con una piedra con la que ya se topó en 2023. Suponer que solo ganando las elecciones ya le alcanza para imponer decisiones en un Congreso adverso. Ya cometió ese error en 2023, con la Ley Bases que tardó 7 meses en aprobarse.

Es verdad que el escenario es absolutamente más favorable de lo que era en 2023 al inicio de la gestión. Pero todavía necesita poder encarar algún tipo de operativo de seducción con sus aliados, e incluso con los opositores más acérrimos. La discusión real es necesaria.

Por otro lado, empresarios y círculo rojo reclaman que las medidas que se aprueben sean con el mayor consenso posible. Esto implica que debería tener apoyo de al menos una parte del peronismo. ¿Habrá voluntad por parte del Ejecutivo de encarar eso?

Por ahora preguntas abiertas. Esta semana debería empezar a allanarse una parte del camino.

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