A pesar de los esfuerzos, el cuadro del músico se deterioró con rapidez. Ingresó al servicio de emergencias con signos claros de cierre torácico progresivo y dificultades respiratorias, una combinación extremadamente peligrosa que complicó cada intento del equipo médico por revertir la situación. En ese contexto crítico, Zaldivas sufrió un paro cardiorrespiratorio. Se le practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) en tres oportunidades, pero el daño provocado por la reacción alérgica era ya demasiado severo. Finalmente, y pese al trabajo incansable de los profesionales, su fallecimiento fue confirmado, según informó Elonce, otro medio local de gran presencia informativa en la región.
De inmediato, la fiscal Julia Rivoira tomó intervención en el caso para cumplir con los procedimientos correspondientes y recabar las circunstancias del suceso. Aunque se trató de un episodio accidental, la investigación seguirá su curso para completar las actuaciones formales, tal como establecen los protocolos judiciales en muertes súbitas de esta naturaleza.
La noticia generó un profundo impacto en Concordia y en toda la provincia. Osvaldo César Zaldivas no era solo un músico; era un referente cultural, un trabajador de la música popular que había construido con dedicación un proyecto artístico reconocido por su energía y su capacidad de conectar con el público. Cumbia Eterna, la banda que él mismo fundó, había recorrido diversos escenarios tanto de Argentina como de Uruguay, llevando un repertorio festivo y lleno de identidad regional. Sus seguidores, amigos y colegas del ambiente no tardaron en expresar su dolor a través de mensajes, publicaciones y homenajes espontáneos en redes sociales.
El velatorio tuvo lugar este viernes, entre las 7 y las 10 de la mañana, en la sala Los Olivos, ubicada sobre la calle Nogoyá, entre Urdinarrain y Vélez Sarsfield. Hasta allí se acercaron amigos, familiares, vecinos y admiradores, muchos de ellos conmovidos y aún incrédulos ante la repentina muerte del músico. Las muestras de afecto fueron constantes, y abundaron los abrazos, las lágrimas y los recuerdos compartidos en voz baja. Para muchos, la despedida significó no solo el cierre de una etapa, sino también la reafirmación del cariño que Zaldivas había cultivado a lo largo de su vida artística.
En redes sociales, los mensajes se multiplicaron desde las primeras horas del día. Uno de los más difundidos fue el de un amigo cercano, quien compartió una foto junto al músico acompañada de un texto que reflejó la emoción generalizada: “Amigo, se te va a extrañar, pa. Dios te tenga en la gloria, te mando un abrazo al cielo. El cielo estará de fiesta con tu música y Chuki acompañándote. Q.E.P.D. Fuerzas y bendiciones a tu familia y a Cumbia Eterna. Bien lo dice el nombre de la banda: tu cumbia será eterna, hermano”. Ese sentimiento de eternidad ligada a su obra, a su música y a su legado, resonó en miles de comentarios que los usuarios hicieron circular durante toda la jornada.
La dramática muerte de Zaldivas coincidió con la aparición de otro caso fatal vinculado a insectos en el país. Un hombre de 65 años perdió la vida en Monte Vera, provincia de Santa Fe, tras ser atacado por un enjambre de abejas en una zona rural próxima al cruce entre las rutas 5 y 2. El suceso, que tuvo lugar en octubre pasado, también involucró una reacción alérgica severa y puso de manifiesto los riesgos de encontrarse con colmenas ocultas.
La víctima, un productor hortícola muy conocido en la zona, realizaba tareas de mantenimiento en el jardín de su vivienda cuando un panal de importantes dimensiones, oculto entre la vegetación, se activó de manera repentina. Cientos de abejas rodearon al hombre en cuestión de segundos, según relataron testigos. Su esposa, que escuchó los gritos desesperados, corrió inmediatamente a ayudarlo, pero ella también fue atacada por los insectos, de acuerdo con lo reportado por Diario UNO. La escena fue tan violenta que dejó a todos los presentes en estado de shock.
Un vecino identificado como Claudio contó a LT10 que salió de su casa al escuchar los gritos y se encontró con una imagen “desesperante”: el hombre estaba completamente cubierto de abejas, sin conocimiento y con espuma en la boca. Tanto él como otros vecinos intentaron retirar los insectos como pudieron y trasladaron de urgencia al productor en un automóvil hacia el Hospital Protomédico de Recreo. El trayecto tomó alrededor de 15 minutos. Sin embargo, al llegar al nosocomio, Claudio advirtió que la víctima ya no presentaba signos vitales, algo que los médicos confirmaron minutos después, alrededor de las 8.15.
El fallecimiento se debió a la cantidad de picaduras y a la combinación de antecedentes cardíacos y alergias preexistentes, según señaló El Litoral. La combinación entre la toxicidad del veneno y las condiciones de salud previas del hombre generó un cuadro imposible de revertir.
Estos episodios, separados por algunos días y más de 300 kilómetros, vuelven a poner en debate la necesidad de concientizar sobre los riesgos que representan las picaduras de insectos en personas alérgicas o con patologías previas. Las reacciones anafilácticas son rápidas, intensas y requieren atención médica urgente. La recomendación de los especialistas es clara: ante cualquier picadura seguida de inflamación generalizada, dificultad respiratoria o mareos, es indispensable acudir de inmediato a un centro de salud.
La muerte de Osvaldo César Zaldivas deja una huella imborrable en la música entrerriana, pero también un mensaje de alerta sobre la fragilidad de lo cotidiano. Un gesto simple, una reacción inesperada y un organismo vulnerable fueron suficientes para transformar un día común en una tragedia que caló profundo en toda una comunidad.