"Las muertes cercanas al poder siempre fueron revulsivas en la Argentina democrática, cosas como estas generan un malestar latente insoportable. Cuando ocurren crímenes tan potentes la sociedad entra en zona de trauma: primero se tarda en reaccionar, después llega la idea de que cualquier cosa puede pasar y finalmente la decepción, la confirmación de que nunca se hará justicia. En este contexto, con un Presidente que prometió en marzo terminar con los sótanos de la democracia resulta cuanto menos llamativo que la fiscal de la causa Gutiérrez sea la Dra Natalia Mercado, sobrina de la vicepresidenta. Tal vez, se presenta aquí algún grado de conflicto de interés". "Las muertes cercanas al poder siempre fueron revulsivas en la Argentina democrática, cosas como estas generan un malestar latente insoportable. Cuando ocurren crímenes tan potentes la sociedad entra en zona de trauma: primero se tarda en reaccionar, después llega la idea de que cualquier cosa puede pasar y finalmente la decepción, la confirmación de que nunca se hará justicia. En este contexto, con un Presidente que prometió en marzo terminar con los sótanos de la democracia resulta cuanto menos llamativo que la fiscal de la causa Gutiérrez sea la Dra Natalia Mercado, sobrina de la vicepresidenta. Tal vez, se presenta aquí algún grado de conflicto de interés".
"Ojalá algún día entendamos que el altísimo nivel de corrupción que sufre la Argentina termina impactando en nuestra calidad de vida, porque en los países donde mejor se vive son aquellos donde hay menos corrupción. La Argentina está a mitad de tabla, tirando a mediocre. El Gobierno entonces tiene una oportunidad histórica, en lugar de enojarse como siempre con el periodismo y con la oposición podría procurar que el crimen de Gutiérrez se esclarezca lo más rápido posible, sin ningún tipo de interferencia política". "Ojalá algún día entendamos que el altísimo nivel de corrupción que sufre la Argentina termina impactando en nuestra calidad de vida, porque en los países donde mejor se vive son aquellos donde hay menos corrupción. La Argentina está a mitad de tabla, tirando a mediocre. El Gobierno entonces tiene una oportunidad histórica, en lugar de enojarse como siempre con el periodismo y con la oposición podría procurar que el crimen de Gutiérrez se esclarezca lo más rápido posible, sin ningún tipo de interferencia política".
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