Formosa es la provincia que tiene un mayor problema al analizar la cantidad de muertes maternas cada 10.000 nacimientos. Si se promedian los valores de esa tasa durante los últimos 29 años (desde 1990 hasta 2018, los datos más recientes), resulta en 14 muertes maternas cada 10.000 nacidos vivos. Esa cifra triplica el promedio nacional.
Chaco y Jujuy son las otras dos provincias con mayor tasa, que supera las 9 muertes maternas cada 10.000 nacimientos vivos por año.
Dos de esas tres provincias también registraron valores altos en embarazos de madres adolescentes (aquellos en los que la madre tiene 19 años o menos). Entre 2005 y 2018, en Formosa y Chaco hubo un embarazo de madre adolescente por cada 5 nacimientos. Esa proporción también se registró en Misiones, Santiago del Estero y Corrientes.
Estos embarazos suelen estar relacionados con gestaciones no deseadas y dificultan que la madre se inserte en el mercado laboral o culmine sus estudios secundarios.
Tanto en las provincias del centro del país como en las patagónicas, ambos indicadores registran valores bajos. La Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, registró un promedio de 2 muertes maternas cada 10.000 nacidos vivos y 644 embarazos de madres adolescentes cada 10.000 nacidos vivos.