Abuela generosa

Operativo rescate: el plan para despegar al Presidente del escándalo de las vacunas VIP

Mariano Obarrio
por Mariano Obarrio |
Operativo rescate: el plan para despegar al Presidente del escándalo de las vacunas VIP

En su regreso de México, el presidente Alberto Fernández comenzó el operativo político para quedar totalmente despegado del escándalo del “vacunatorio VIP”. La relación con Ginés González García, ministro al que tuvo que echar, y con su íntimo amigo el diputado Eduardo Valdés, quedó casi rota. Pero quiere recuperarla con el tiempo. Mientras tanto, pasó a la ofensiva y ayer comparó la campaña de vacunación contra el Covid-19 con la gesta de la Independencia, al conmemorar el nacimiento de José de San Martín en Yapeyú, y anunció una masiva llegada de vacunas contra el coronavirus, que todavía está en veremos.

“La relación con Ginés está interrumpida. No se hablaron más. Ginés está muy caliente, porque sabe que lo echaron para despegarlo al Presidente de algo que el propio Alberto y todo el Gobierno sabían que se estaba haciendo”, señalaron funcionarios cercanos al exministro de Salud. El propio entorno del Presidente apareció entre los 70 vacunados “por error” del Hospital Posadas.

También se reveló que se habían vacunado casi todos los miembros de la Secretaría de Acceso a la Salud, que encabezaba la ahora ministra Carla Vizzotti, hija de Carlos Vizzotti un íntimo amigo de Ginés. Pero ella aseguró no haberse inoculado ni saber nada de que existiera un “vacunatorio VIP”.

Esa misma tarde, el director del Hospital Posadas, Alberto Maceira, confirmó que existía no sólo el vacunatorio, sino que estaba en la antesala del despacho de Ginés González García y que se había montado especialmente para vacunar al periodista Horacio Verbitsky para evitar el escándalo. En otras palabras, todos sabían que estaban actuando por izquierda y contra la ética y el protocolo.

El fiscal Eduardo Taiano y la jueza federal María Eugenia Capuchetti tienen avanzada la investigación por abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público contra Ginés, y contra su sobrino y jefe de Gabinete, Lisandro Bonelli. En el juzgado aseguran que tienen acreditado que Ginés dio las órdenes para que su secretario privado, Marcelo Guille, convocara a los vacunados y diera las órdenes al director, Alberto Maceira.

El primo hermano y ahijado de Ginés González García, Pablo González, dijo ayer que su padrino se “mandó un cagadón grande”, pero que “del Presidente para abajo lo sabían todos”.

“Ahora el objetivo es salvar y despegar de todo al Presidente y comenzar a vacunar rápido como para dejar atrás el escándalo”, señalaron a A24.com en los despachos de la Casa Rosada. “No terminan de encontrarle la vuelta a la crisis. Cada vez que habla alguien dan a entender que todo el mundo estaba al tanto. Difundieron los vacunados y estaba el entorno de Alberto”, se sorprendió un hombre del equipo presidencial en la semana.

De todos modos, el ministro expulsado, aunque pasa por su etapa de mayor furia, no encenderá el ventilador para no agravar la crisis del gobierno peronista. “Gines dijo que prefiere hacerse cargo del muerto para no hacer tambalear el proyecto. Se la morfaría, al menos en el corto plazo. Ayer (por anteayer) lo económico y la condena de Lázaro Báez enfriaron el tema”, señaló un hombre del Presidente, al tanto de las conversaciones de González García con su entorno. El Gobierno había difundido el miércoles las cifras de crecimiento de la economía de diciembre de 2020, un módico 0,9%, lo cual hizo que la caída interanual fuera del 10% durante todo el año de la pandemia. El rebote económico es mes a mes, aunque ya lleva 8 meses de crecimientos moderados.

“Dicen que las cosas buenas que pasan se opacan por los errores propios. Igual se espera un repunte moderado, ninguna fiesta antes de las elecciones de octubre”, admitió la fuente oficial. En lo económico, la preocupación central es la inflación, que el Presidente no logra dominar, y por eso se activarán a la brevedad las mesas sectoriales con los empresarios y sindicatos, además de las primeras medidas del Consejo Económico y Social.

En algunos despachos del Gobierno preocupa la marcha de Juntos por el Cambio convocada para mañana. La organiza, entre otros, Hernán Lombardi, figura central del entorno de Mauricio Macri y con línea directa con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich. Sería en el Obelisco su epicentro, pero también prevén convocatorias fuertes en Córdoba, Santa Fe, Mar del Plata y Rosario. En las filas del oficialismo prendían velas anoche para que se cumpliera alguna versión que indicaba que podría destaparse un escándalo de vacunas VIP en alguna provincia gobernada por Cambiemos. Por ahora, sólo hay una denuncia contra el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por “privatización” de dosis. Pero el caso no preocupa en el gobierno porteño.

Para salvar al Presidente de las llamas del escándalo, Vizzotti lanzó un monitor de vacunas contra el Covid y definió las características del “personal estratégico”, categoría con la que intentó justificar a la mayoría de los 70 vacunados en el vacunatorio paralelo del Posadas y del despacho de Ginés. Sin embargo, ese “personal estratégico” no estaba contemplado en las prioridades de vacunación de la resolución 2883 de Salud ni en los protocolos que exhibió el Ministerio antes del "Destape" de Horacio Verbitsky.

En esa línea de prioridades solo estaban, a saber:

  • Personal de Salud, 700 mil agentes
  • Adultos mayores de 70 y geriátricos
  • Adultos mayores de 60. Total de adultos: 7,4 millones
  • Personal de FF.AA. y seguridad y servicios penitenciarios, 500 mil
  • Adultos 18-59 años con factores de riesgo. Diabetes, obesidad, cardiovasculares, renales, respiratorias crónicas, 5,6 millones
  • Docentes, 1,3 millones
  • Otras poblaciones estratégicas (barrios populares, situación de calle, pueblos originarios, presos, migrantes)

En ninguna normativa se establecía que el “personal estratégico” que alcanza a funcionarios del Estado debían vacunarse antes que el personal de salud o que los abuelos. Sin embargo, encuadraron en esa categoría hasta el fotógrafo presidencial y al periodista Verbitsky. El caso de Carlos Zannini fue más emblemático: ni siquiera lo consignaron como tal, sino como “personal de salud”, y a su esposa como “personal estratégico”. En el Gobierno aseguraban que ayer iba a salir una nueva resolución con la prioridad que deben tener los funcionarios para la vacunación, pero no se informó por ahora. La sola publicación de esa norma pondría en evidencia que antes de ella no estaban habilitados.

“El problema es que echó al principal referente sanitario. Podría haber separado a los subalternos y a los secretarios privados y la cadena se cortaba allí. Pero el Presidente buscó despegarse definitivamente del escándalo”, se lamentaban ayer en el Ministerio. “El problema es que todo el entorno de Alberto se vacunó en el Posadas y él lo sabía. Muchos ministros y gobernadores se solidarizaron en privado con Ginés”, agregan.

Mientras tanto, el Presidente salió ayer hacia adelante con un mensaje más combativo y defendió su gestión inmunológica. "A pesar del esfuerzo que el Gobierno hace por conseguir vacunas, nos enredan en discusiones que no son importantes", minimizó el jefe del Estado lo que se considera el mayor escándalo de su gobierno. “Pienso en que esos hombres del 1800 no tuvieron que luchar contra la prédica malintencionada", dijo en Yapeyú, al conmemorar los 243 años del nacimiento de San Martín.

"A veces, seguramente muchos de nosotros nos preguntamos cómo seguimos. A mí me pasa, soy un ser humano. ¿Pero saben en quién pienso? En San Martín, en Belgrano, Güemes, Rosas, Quiroga", se comparó. También anunció la llegada de más vacunas este fin de semana procedentes de Rusia.

Su asesora Cecilia Nicolini se encuentra en Moscú y le prometió un partida. Luego de las 904.000 dosis llegadas anteayer de Sinopharm, de China, este fin de semana arribarán otras 96 mil de ese país en un vuelo de KLM. En marzo se prevé el segundo lote de 580 mil de Covishield (AstraZeneca) de India. Para ese mes o para abril llegarían 1.191.000 vacunas de AstraZeneca previstas en el contrato original y 2,2 millones por el mecanismo COVAX, que también son de AstraZeneca. Ahora, el Gobierno le enciende velas a la provisión de vacunas para comenzar a dejar atrás al peor escándalo de la pandemia.