Trabajadores de la otra línea interna del sindicato de choferes de colectivo hacen una advertencia al oficialismo gremial. "Nos están manipulando a los trabajadores para que cobren las empresas", dicen.
Las cámaras de transporte, dicen que tampoco estaba confirmado que ese plus debiera regir también para el sueldo de marzo (que se paga en abril). Debía haber una reunión el 15 de marzo para reconfirmar ese acuerdo. No sucedió.
¿Qué dicen los empresarios?
Más allá de la interna gremial, las empresas insisten en que no tienen los fondos para afrontar ningún aumento. Estudios privados, indican que la "tarifa técnica" (pasaje + subsidio) perdió un 24% respecto a marzo del año pasado. Con esos números, no es viable ninguna recomposición.
El Gobierno prometió que daría libre vía al aumento de tarifas y quita de subsidios: los aumentos no sucedieron.
En marzo de 2023, los subsidios representaban el 87% de esa "tarifa técnica"; hoy es 67%. El peso del aporte estatal bajo. No está claro que la población pueda soportar más aumentos. En el Gobierno perciben un riesgo extra si tomaran esa medida: ¿qué pasa si los costos de cada boleto, superaran los salarios de los trabajadores?
El conflicto sigue abierto. La UTA está dispuesta a seguir con medidas de este tipo. Otros delegados de algunas líneas lo impugnan. Las empresas no le encuentran la vuelta. Y el Estado amenaza con multas a las compañías que no garanticen servicio: entienden -al igual que los gremios más combativos- que algunos empresarios usan a los trabajadores como "fronting" para negociar.