Para eso ya está convocando al PJ provincial al acto del domingo, después de formalizada su eventual reelección. Les prometió un mensaje “fuerte” direccionado a fijar las bases de una “tercera opción” que no se agote en el “pejotismo” sino que sume a otras expresiones como el socialismo y el GEN, tal como hizo en su propio terruño.
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Gestos. Con Lavagna.
¿Podría haber algo más detrás de esta parafernalia? “Están los que niegan que vaya a tener alguna aspiración presidencial, pero también están los que sueñan con esa posibilidad”, resumen a A24.com desde el PJ de Córdoba. El consenso pareciera ser que, después de este domingo, Schiaretti va a tener (más) “peso” en las decisiones del peronismo federal.
Como fuera, hoy son claras las intenciones de Schiaretti de incursionar en el mapa nacional, ya sea como armador o, quizás, candidato. Para llevar calma, el mensaje hacia Buenos Aires es que sólo podría aspirar a la presidencia si todo el resto lo proclamara. El mismo límite que tuvo José Manuel De la Sota.
Cómo sigue
Aunque Schiaretti esté un campo distinto del PJ nacional –José Luis Gioja se recostó sobre Cristina Kirchner-- nadie quiere tachar su nombre de las proyecciones. “No se discute que no sea peronista –explicaron a este portal dirigentes que transitan por Matheu-. Lo que sí queda claro es que es un peronista cordobés. Desde hace mucho el PJ de Córdoba no se alinea”.
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Especulaciones junto a Tinelli.
La parte auspiciosa para el peronismo nacional es que hay “puentes tendidos”. “Varios dirigentes de la conducción tienen diálogo fluido con el ‘Gringo’, más allá de que haya tomado otra posición”, apuntan, y aseguran que esas conversaciones “no se van a cortar”.
Son días (meses) de cálculos. Y algunos se entusiasman con que, si el triunfo en Córdoba fuera “contundente” –como creen que va a ser--, Schiaretti sea el que se posicione como el candidato presidencial de la “unidad”. Un reagrupamiento que asoma hoy (muy) difícil. Por estas horas, en Matheu se ilusionan con algo. Es cierto, calculan, que Schiaretti no contestó que sí. Pero tampoco dijo que no.