Comercio Exterior

El acuerdo Unión Europea-Mercosur cada vez más lejano

Distintos países de Europa se manifestaron en contra del acuerdo con el Mercosur porque viola sus objetivos climáticos y perjudica a los agricultores.
Lionel Paredes
por Lionel Paredes |
El acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea se encuentra cada vez más comprometido porque varios países del viejo continente sostienen que el pacto viola los objetivos climáticos de la UE y advierten que los productores agropecuarios se verán perjudicados por el ingreso de materias primas provinientes desde los países productores del Mercosur.

El acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea se encuentra cada vez más comprometido porque varios países del viejo continente sostienen que el pacto "viola los objetivos climáticos de la UE" y advierten que "los productores agropecuarios se verán perjudicados por el ingreso de materias primas provinientes desde los países productores del Mercosur".

En agosto de 2019

En agosto de 2019, el presidente francés Emmanuel Macron, invocando “un proceso de deforestación industrializado” en la selva amazónica, había acusado a su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro “de no respetar sus compromisos climáticos”. Macron mantiene su postura contraría al acuerdo con el Mercosur.

El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea suma rechazos entre los países europeos y parece estar cada vez más comprometido a medida que nuevas naciones se suman para impedir su ratificación.

Liderados por Francia y Austria, los países reticentes al pacto anuncian hace varios meses su oposición argumentando, sobre todo, que el acuerdo viola los objetivos climáticos de la UE.

En febrero de este año, el ministro de Agricultura francés, Franck Riester, lanzó una fuerte advertencia acerca "del peligro que significa este acuerdo para productores agricólas de los países integrantes de la UE". A principios de marzo, el gobierno austríaco, en una dura misiva, advirtió a Portugal -responsable de la presidencia rotativa de la UE- evitar “toda maniobra” para facilitar la votación del texto.

En Osaka, el ex mandatario argentino, Mauricio Macri, solicitó al actual presidente de Francia, Emmanuel Macron, que garantice que la votación sobre el acuerdo comercial Unión Europea-Mercosur, para que pueda desarrollarse “en forma transparente, sin maniobras políticas y con toda la atención del público”.

Las causas de la resistencia

Desde el día de la firma del Acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, el texto original suscita las críticas de los agricultores de todo el espacio europeo, inquietos sobre todo por la producción de carne, y de las ONG, preocupadas por el clima.

Según fuentes diplomáticas en Bruselas, en la reunión de principios de marzo también expresaron sus reparos Holanda, Irlanda y Bélgica, cuyas autoridades de la región de Valonia ya se habían pronunciado en contra.

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En agosto de 2019, el presidente francés Emmanuel Macron, invocando “un proceso de deforestación industrializado” en la selva amazónica, había acusado a su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro “de no respetar sus compromisos climáticos”.

En agosto de 2019, el presidente francés Emmanuel Macron, invocando “un proceso de deforestación industrializado” en la selva amazónica, había acusado a su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro “de no respetar sus compromisos climáticos”.

Macron hizo saber entonces que Francia “se oponía al acuerdo de Mercosur en su estado actual”.

Por eso, el Gobierno de Emmanuel Macron ha anunciado que mantiene su oposición, adelantada hace ya mas de un año, al tratado tal como está y dijo que quiere renegociar, primero con los socios europeos y luego con los latinoamericanos, garantías para que el pacto esté a la altura de las demandas sanitarias y, sobre todo, del Acuerdo de París.

Tras recibir las “preocupantes conclusiones” del informe encargado ya hace mas de un año una comisión de expertos independientes sobre el impacto del acuerdo, “el Gobierno ha concluido que esos elementos refuerzan la posición de Francia de oponerse al proyecto de acuerdo de asociación tal como está”, señala un comunicado de la oficina del primer ministro galo, Jean Castex, en el que se lamenta el “nivel de ambición insuficiente” del acuerdo en materia medioambiental.

“El proyecto de acuerdo no contiene ninguna disposición que permita disciplinar las prácticas de los países del Mercosur en materia de lucha contra la deforestación. Es la principal carencia de este acuerdo y esa es la razón principal que hace que, en el estado actual, las autoridades francesas se opongan al proyecto de acuerdo”, agregaron fuentes gubernamentales citadas por la Agencia France Presse.

El propio Castex ha declarado, en un mensaje en las redes sociales, que oponerse al pacto en estas condiciones es un acto de “coherencia con los compromisos medioambientales” de Francia y de Europa.

Según France Presse, que dice haber tenido acceso a las 184 páginas del informe sobre el asunto, los expertos concluyen que “el acuerdo representa una oportunidad desperdiciada para la UE de utilizar su poder de negociación para obtener garantías sólidas que respondan” a las expectativas “ambientales, sanitarias y sociales de sus conciudadanos”.

Concretamente, estima que la deforestación en el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) podría “acelerarse un 5% anual” debido a la superficie adicional de pastoreo que sería necesaria para cubrir el aumento de producción de carne bovina destinada a la UE (entre un 2% y un 4%).

El aumento de emisiones de gases de efecto invernadero que generaría el acuerdo y pone en duda que las “ganancias económicas” compensen “los costes climáticos”.

Todos esos esfuerzos podrían ser, sin embargo, inútiles si se tiene en cuenta el calendario político europeo. Elecciones inminentes en los Países Bajos, comicios regionales en Francia en junio y federales en Alemania en septiembre.

Finalmente, señalan que los productos agroalimentarios importados que se beneficien de un acceso preferencial al mercado europeo “deben respetar las normas sanitarias y medioambientales de la UE”.

Qué dice el Gobierno Argentino sobre el Acuerdo

El Presidente Alberto Fernández dijo durante el primer debate presidencial de 2019, que “el Mercosur es un espacio regional que desde hace mucho tiempo está abandonado” y que su “primera obligación”, en caso de ganar la elección, era volver a unir a América Latina “y volver a potenciar el Mercosur”.

Desde la cancillería dicen que “tiene la directiva de fortalecer el Mercosur como política del Gobierno” y que, en tal sentido, la gestión del canciller Felipe Solá es trabajar “fuertemente en la integración y el comercio interregional, y en la búsqueda de mercados alternativos para el Mercosur como América Central y el Magreb (Región norte del continente africano)”.

Cuando Argentina decidió dejar de participar de negociaciones por acuerdos comerciales del Mercosur con países como Corea del Sur, Singapur, Líbano, Canadá y la India, excluyendo de esta determinación a las ya concluidas con la Unión Europea (UE), desde el Gobierno argumentaron que tienen “una mirada de protección del Mercosur” y que avanzar en estos acuerdos, en plena pandemia, desconociendo sus consecuencias, iba a poner al bloque y al país en una situación de desventaja competitiva en términos de intercambio comercial.

Mientras tanto el presidente Alberto Fernández se resiste en avanzar con su discusión hasta que se ratifique en los más de 28 parlamentos del viejo continente.

Algunos países entienden que poder comerciar con el exterior implica fortalecer al Mercosur y hay otros, como la Argentina, que entienden que hay que protegerlo. Lo que si sabemos es que ningún país puede vivir únicamente con lo suyo.

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