"Cuanto más se camina, más beneficios se obtienen para la salud", informan los investigadores. Cada incremento de 1,000 pasos más allá de los 4,000 reduce en un 15% el riesgo de muerte prematura, hasta alcanzar los 20,000 pasos.
El profesor Maciej Banach, de la Universidad de Lodz, enfatiza que esta investigación subraya la importancia de los cambios en el estilo de vida. "Creo que siempre debemos enfatizar que los cambios en el estilo de vida, incluida la dieta y el ejercicio, podrían ser al menos tan efectivos, o incluso más, para reducir el riesgo cardiovascular y prolongar la vida", señaló el investigador.
Estos beneficios, destacan los expertos, son aplicables a todos los géneros y edades, independientemente de la ubicación geográfica. Sin embargo, los mayores beneficios se observan en individuos menores de 60 años.
La Organización Mundial de la Salud informa que la inactividad física es responsable de 3.2 millones de muertes anuales, posicionándose como la cuarta causa más común de muerte en todo el mundo. La experta en acondicionamiento físico, Honey Fine, subraya que la falta de actividad puede tener un impacto negativo en la salud, especialmente debido al tiempo prolongado que pasamos sentados.
"La termogénesis, también conocida como NEAT, es crucial", dice Fine, refiriéndose a las actividades que no son ejercicio directo pero que queman calorías, como estar de pie, hacer tareas domésticas y caminar mientras se habla por teléfono.
Fine enfatiza que agregar caminatas regulares a la rutina diaria puede tener recompensas significativas en términos de salud. Desde reducir la presión arterial hasta fortalecer los músculos y mejorar la salud mental, caminar se presenta como una solución de bajo impacto y adecuada para casi cualquier persona.
La entrenadora personal también comparte consejos prácticos para incorporar más pasos en la vida cotidiana, desde caminar hasta la estación de tren en lugar de tomar el automóvil, hasta dar paseos diarios de 30 minutos mientras se escucha un podcast.
En resumen, este nuevo estudio desafía la noción tradicional de los 10,000 pasos al día como el umbral ideal para la salud, demostrando que menos de la mitad de esa cifra puede marcar una diferencia significativa en la reducción del riesgo de mortalidad prematura y la mejora de la salud cardiovascular.