ver más
Incondicional

Conocé a Irina Fernández, la mujer por la que Gabriel Batistuta casi deja todo

Irina Fernández es la mujer por la que Gabriel Batistuta casi deja todo: enterate esta historia de amor.
18 de mayo de 2023 - 10:07
Conocé a Irina Fernández, la mujer por la que Gabriel Batistuta casi deja todo

Irina Fernández y Gabriel Batistuta se conocieron cuando eran apenas unos adolescentes. En 1988 él se coló en el cumple de 15 de ella, en un salón de Reconquista, ciudad santafesina, y quedó enamorado.

En aquel entonces, Gabriel Omar Batistuta no jugaba al fútbol de forma profesional sino como hobby, dicen que no imaginaba llegar a primera ni convertirse en profesional porque creía que era una carrera peligrosa. Pero todo cambió cuando lo fueron a buscar de Newell’s, momento que comenzaba el romance con Irina.

“¿Si estaba contento de ir a Newell’s? Para nada. Yo quería estudiar y alguien me había metido en la cabeza que la carrera de futbolista era peligrosa. Me vuelvo a Reconquista, en Newell’s me dieron 20 días de vacaciones, y yo me quedé un mes. Hasta que me vinieron a buscar de los pelos. Vino Griffa a buscarme, me dijo: ‘Nosotros confiamos en vos, vas a jugar en Primera’, y me convenció. De hecho, a los seis meses estaba jugando en Primera. Cuando me fueron a buscar yo hacía dos semanas que estaba de novio con la que ahora es mi señora. Estaba recontra enamorado. Y me fui más obligado, pensando en la posibilidad de un estudio, de una universidad, gracias a Newell’s. Cuando firmé primer contrato, me dije, puede ser que viva del fútbol. Ahí cambió totalmente mi mentalidad, que después me hizo querer tanto al fútbol”, contó Batistuta en una entrevista.

Todo fue muy rápido para el Bati, que debutó en primera en el club Rosarino en 1988, en 1989 ficho para River Plate y al año siguiente para Boca Jrs, ante de su saltó a Italia, donde se convertiría en un ídolo indiscutido.

Irina se adaptó por amor a la carrera del Bati, aunque siempre mantuvo un perfil bajo, alejado del medio y los escándalos. El 28 de diciembre de 1990, se casaron y rápidamente se mudaron a Italia, ya que firmó con la Fiorentina, donde se convirtió en ídolo obteniendo unos varios títulos y hasta ascenso.

Era tanto la locura de la gente por el Bati, que ellos estaban incómodos, tanto a él como a Irina que pronto se convirtieron en padres de Thiago, en 1991. el primero de los cuatro hijos del matrimonio.

image.png

Por eso la familia se instaló en la que fue de Roberto Baggio: una antigua mansión florentina en Via Alessandro Volta que tenía un tremendo muro protector, un garage con portón eléctrico para guardar sus autos y un enorme jardín.

Lo primero que les enseñó el matrimonio a sus hijos fue a ganarse sus propia plata: “Que mis hijos trabajen, es regalarles dignidad, sobre todo a ellos. Yo podría tranquilamente darles un auto a cada uno y no sé si serían felices, no sé cuánto les duraría esta felicidad. Porque ellos cuando se suben al auto y pasan por el centro y las chicas miran o la gente mira el auto y ellos interiormente saben que el auto no es de ellos. Osea, todo el mundo me mira pero el auto me lo regaló mi viejo. Yo entiendo que tiene otro sabor cuando él va en un auto por ahí menos lindo pero dice: ‘Este me lo gané solo’”.

Pero pese al perfil bajo, Irina y el Bati tuvieron sus crisis. El delantero, que ya triunfaba en la Selección Nacional también, era muy buscado por la prensa y por sus fotos o datos personales ofrecían dinerales. En medio de todo eso, se le adjudicaron romances con las más impresionantes mujeres, aunque no hubo una solo foto que pudiera comprobar nada.

image.png

Cuando regresaron a vivir a la Argentina, tras el retiro profesional de Batistuta, hubo varios rumores también sobre crisis e incluso una separación. En 2014, una fuente cercana a la familia dijo: “No se separaron, siguen viviendo juntos en Reconquista. En otros momentos les ha tocado enfrentar crisis, como a toda pareja, pero en este caso no es así. No sé de dónde lo inventaron. Hablé con Irina y no le gustó nada escuchar una cosa así en los medios, pero ya está acostumbrada”.

Hoy, Gabriel e Irina, son abuelos felices y viven en su mansión de Reconquista. La fortuna que ganó el delantero gracias al fútbol la invirtieron en tierras e inmuebles.

Bati no se volvió a involucrar con el fútbol, no fue entrenador y se alejó de los medios. aunque si se los vio en varias oportunidades cerca de los caballos y el polo, su otra pasión.

image.png

Compartir
Facebook
Twitter
Whatsapp
Se habló de

Noticias más leídas

Más sobre Trends