CIENCIA

Detectan una nueva sustancia en el aire: podría afectar la salud y el clima

Un equipo internacional de científicos descubrió un nuevo tipo de compuesto químico en la atmósfera terrestre.

Detectan una nueva sustancia en el aire: podría afectar la salud y el clima

Un equipo internacional de científicos descubrió un nuevo tipo de compuesto químico en la atmósfera terrestre que, hasta hace poco, era completamente desconocido para la ciencia. Se trata de los hidrotrióxidos, una clase de sustancias extremadamente reactivas que podrían tener un papel clave en procesos atmosféricos como la contaminación del aire y el cambio climático.

El hallazgo fue publicado en Science en mayo de 2022 por investigadores de la Universidad de Copenhague y del Instituto Leibniz de Investigación Troposférica (Alemania). Los hidrotrióxidos (ROOOH) se forman cuando los llamados radicales peroxi reaccionan con otros radicales en presencia de ozono, dando lugar a una estructura inestable con tres átomos de oxígeno consecutivos. Este tercer oxígeno era, hasta ahora, un "eslabón perdido" en la química atmosférica.

Lo más preocupante del descubrimiento es que los hidrotrióxidos no son producto de la actividad industrial, sino que se forman de manera natural en la atmósfera, en particular a partir de reacciones de compuestos orgánicos como los emitidos por árboles, vegetación o la quema de combustibles. Esto significa que, potencialmente, estamos respirando trazas de estas sustancias sin haberlo sabido durante décadas.

Los científicos aún no han determinado con certeza si estos compuestos tienen efectos negativos directos sobre la salud humana. Sin embargo, se sospecha que podrían contribuir a la formación de aerosoles secundarios, pequeñas partículas que están asociadas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como con impactos en el clima al influir en la formación de nubes.

Un nuevo capítulo en la química del aire

“El hallazgo de los hidrotrióxidos es importante porque sugiere que aún hay procesos fundamentales en la atmósfera que no entendemos del todo”, explicó Henrik Grum Kjærgaard, uno de los autores del estudio. “Estos compuestos podrían estar presentes en concentraciones significativas, y tenemos que estudiar qué papel juegan”.

La investigación apenas comienza: ahora se está analizando cuánto tiempo sobreviven estas moléculas en la atmósfera, en qué condiciones se generan con mayor frecuencia y si podrían usarse como indicadores de contaminación ambiental. Aunque no hay motivos para alarmarse, sí hay razones de sobra para prestar atención.