Si bien la parte clínica es muy importante, también hay que pensar en preparar el hogar para la llegada del nuevo integrante. No solo hay que tratar de mantener todos los espacios en condiciones y asegurarse de guardar todos aquellos objetos que puedan lastimar al perro, sino que, además, la familia debe organizarse y repartirse las tareas de cuidado.
Otro aspecto a tener en cuenta es la adaptación. Lo ideal sería mantener al perro en la correa mientras se le permite que explore y olfatee el interior de la casa. También hay que mostrarle su alimento, cama, juguetes y hacerle saber sus límites con comandos cortos pero firmes como “no” o “déjalo”.
Hay miles de consejos que se pueden dar a la hora de adoptar un perrito, pero solo dos claves que se deben tener en cuenta desde el primer momento: la primera, es que la familia o persona que decida darle un hogar a un perro debe estar dispuesta a dar tanto amor como el que recibirá y, segundo, es que siempre se debe consultar a un profesional que podrá brindar toda la ayuda necesaria para criar de la mejor manera al nuevo integrante de la familia.