Esta película deslumbra en Netflix y sorprende con una historia de supervivencia militar en la selva, protagonizada por Russell Crowe y Liam Hemsworth.
La impactante película de Netflix con Liam Hemsworth que está marcando tendencia en Argentina.
Desde su llegada a Netflix en junio de 2025, "Rescate imposible" se ha convertido en uno de los títulos más vistos de la plataforma. Esta película de acción dirigida por William Eubank y protagonizada por Russell Crowe y Liam Hemsworth, revive la tensión de una operación militar de alto riesgo con un enfoque que ha atrapado a millones de espectadores.
El thriller bélico ha conquistado el top 10 global gracias a una mezcla de acción trepidante, tensión psicológica y una ambientación extrema en la selva del sur de Filipinas.
Tras un paso exitoso por cines en 2024, Rescate imposible encontró su audiencia masiva en 2025 gracias a su estreno en Netflix. La plataforma permitió que la película alcanzara a una audiencia global, transformándola en un fenómeno de conversación en redes sociales y medios especializados. El público ha destacado tanto la intensidad del argumento como la actualidad del enfoque militar.
La historia gira en torno a un grupo de élite de las Fuerzas Delta de Estados Unidos que se ve emboscado durante una misión especial. El equipo, compuesto por soldados con diferentes grados de experiencia, queda atrapado sin armas ni contacto directo con la base.
El sargento Kinney, interpretado por Liam Hemsworth, enfrenta su primera prueba real en combate. A su lado están los personajes del sargento Abell (Luke Hemsworth), Sugar (Milo Ventimiglia), Bishop (Ricky Whittle), la sargento Nia Branson (Chika Ikogwe), el coronel Duz Packett (Daniel MacPherson) y Saeed Hashimi (Robert Rabiah).
En esta misión fallida, la única esperanza llega desde el cielo. En una sala de control, muy lejos del terreno de combate, el capitán Eddie Grimm toma el mando de forma remota. Interpretado por Russell Crowe, este experimentado piloto de drones de la Fuerza Aérea se convierte en el último recurso del grupo atrapado. Su intervención no solo cambia el rumbo de la misión, sino que también pone en evidencia el impacto de la tecnología militar en conflictos modernos.
Crowe aporta un aire de autoridad fría y calculadora a "Reaper", guiando con precisión al equipo a través del territorio hostil dominado por insurgentes y grupos terroristas. Aunque no está presente físicamente, sus decisiones desde la distancia son decisivas. La historia juega con esa dualidad: la desconexión física y la conexión emocional entre quienes luchan y quienes los apoyan desde un centro de control.
La selva filipina, con su humedad, su vegetación impenetrable y sus amenazas invisibles, es más que un escenario: es un antagonista en sí misma. A la amenaza humana se suma la naturaleza hostil, que convierte cada movimiento del equipo en una carrera de obstáculos. El realismo con el que se presenta este entorno, sumado a una dirección de arte precisa y claustrofóbica, refuerza la sensación de vulnerabilidad permanente.
La dirección de William Eubank logra un balance entre secuencias explosivas y momentos de tensión silenciosa. La película nunca da respiro, moviéndose entre la acción frontal y los dilemas éticos de la guerra tecnológica. Además, el uso de drones no es solo un recurso narrativo: permite mostrar ángulos aéreos impresionantes, perspectivas tácticas y una lectura contemporánea del combate.
Desde el punto de vista técnico, la película despliega un nivel de realismo visual notable. Las secuencias de combate cuerpo a cuerpo, los tiroteos, la vigilancia con drones y las maniobras de escape están coreografiadas con precisión. Los efectos especiales se usan con mesura, sin saturar la pantalla, y la fotografía captura la espesura de la jungla como una prisión natural.
La banda sonora cumple su rol al marcar los ritmos narrativos, subrayando tanto la tensión como los momentos de desesperación. En varias escenas, el silencio se vuelve más perturbador que cualquier explosión. Ese manejo del audio refuerza la inmersión del espectador y eleva la carga emocional del film.
