Con esta herramienta seremos capaces de aprovechar la motivación que genera un traslado de vivienda para reorganizar nuestros espacios y mantenerlos como el primer día.
Para Holdefehr, un entorno organizado y sin desorden no solo contribuye a mantener una salud física y mental óptima, sino que también nos permite ser más eficientes en nuestras tareas diarias.
Fomenta relaciones sociales saludables al transmitir una imagen de cuidado y respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás. También estimula nuestra creatividad y capacidad de inspiración al proporcionar un ambiente óptimo para la concentración.
Paso a paso, cómo funciona el Move-Out
- Establecer una fecha para la "mudanza"
De manera ficticia, por supuesto. Como en realidad no nos estamos mudando, esta es solo una fecha límite hipotética, aunque es necesario cumplirla a rajatabla. En función del espacio que nos hayamos propuesto reorganizar, ya sea un armario, una habitación o toda la casa, será necesario seleccionar una fecha realista y coherente.
- Sacar todas las cosas de los muebles
Antes de comenzar a organizar, es necesario sacar todo de los armarios, estanterías y cajones para que la limpieza sea lo más profunda posible. Si no, el método no tendría sentido. Cuando nos mudamos, no solo estamos ordenando, sino también guardando todas nuestras pertenencias. Es por ello que es fundamental tener una visión de todo lo que tenemos en casa para poder elegir qué guardar y a qué decir adiós para siempre.
Aunque puede ser un poco tedioso, deberemos seleccionar todos los artículos uno a uno y hacernos varias preguntas: ¿Me llevaría esto conmigo si me mudara? ¿Qué pasa si me mudara a una casa mucho más pequeña? Poniendo la mirada en la mudanza, tendremos que valorar si vale la pena meterlo en una caja, transportarlo a nuestra "nueva casa" y encontrar espacio para el objeto. Si la respuesta a todas las cuestiones es positiva, no lo dudes, inclúyelo en la lista de "Me lo quedo".
- Deshacerse de lo que no se necesita
También debemos tener en cuenta todo aquello que no vayamos a conservar y decidir qué haremos con ello. Es necesario valorar el estado de los objetos y otros elementos que vayamos a eliminar. Las cosas que estén en mal estado, rotas, manchadas o irreparables irán directamente a la basura. Sin embargo, si es posible darles una segunda vida, donarlos o reciclarlos es una muy buena alternativa.
- Limpiar las zonas de almacenamiento
Antes de empezar a colocar es fundamental aprovechar para limpiar a fondo los muebles en los que vamos a guardar nuestras pertenencias. Aprovecha para aspirar el polvo y sacar las manchas que estaban escondidas bajo las cosas. Tus armarios y cajones quedarán como nuevos.
Sólo queda volver a colocar todo en su sitio. El resultado final debe sentirse como si hubiésemos reiniciado nuestra vivienda.