La pareja mostró su preocupación por el hecho de que Ana había ingerido alcohol y comido durante la cena de la noche anterior. No obstante, el médico minimizó el riesgo y aseguró que no había problema alguno para realizar la intervención de inmediato.
Las horas previas al fatal desenlace
La operación comenzó ese mismo domingo y se extendió hasta la noche. Para las 23 horas, el procedimiento había concluido, aunque Ana permanecía inconsciente. “Me dijeron que fuera a la habitación, pero los asistentes estaban actuando de manera extraña. Pasé más de una hora esperando para recibirla. Bajé a la planta baja y un médico dijo que su corazón latía lentamente, otro ya dijo que ya estaba muerta”, relató con angustia Elgar al medio G1.
La confusión y las contradicciones de los profesionales de la clínica aumentaron la desesperación del marido, quien decidió llamar a la policía turca desde el propio hospital. Tras su intervención, los médicos de la clínica fueron detenidos, aunque recuperaron la libertad luego de prestar declaración.
El trágico fallecimiento de Ana se confirmó oficialmente el lunes 16 de junio. El hecho ocurrió en el Hospital Tüsa, ubicado en el distrito de Pendik, Estambul. Según un comunicado emitido por la propia clínica, la causa de muerte habría sido una arritmia cardíaca durante el proceso de despertar de la anestesia, aunque la verdad definitiva dependerá de los resultados de la autopsia.
Un reclamo de justicia que atraviesa fronteras
Desde entonces, la familia y los allegados de Ana Bárbara iniciaron una cruzada para exigir justicia. “Vamos a trasladar su cuerpo a Mozambique y buscar justicia, que paguen por lo que hicieron”, expresó un miembro del entorno familiar a G1. Las palabras de su hermano, Bruno Buhr Buldrini, resonaron con fuerza: “Los médicos apresuraron el proceso. Ella se fue de casa en 2016 a otro país y se fue a empezar una nueva vida, a seguir sus sueños”.
El director provincial de Salud de Estambul, Abdullah Emre Güner, informó mediante un comunicado en la red social X que “se inició una investigación judicial sobre el incidente” y que “la causa exacta de la muerte se determinará después de la autopsia”. Además, explicó que se llevó a cabo una inspección extraordinaria en el quirófano, la unidad de cuidados intensivos del hospital y la consulta del médico involucrado. “El proceso de auditoría está en curso y el trabajo se está llevando a cabo con sensibilidad para aclarar todos los aspectos del incidente”, sostuvo el funcionario.
Una historia de amor interrumpida
La historia de Ana y Elgar había comenzado años atrás en Europa. Elgar relató que conoció a Ana en Roma en 2018, mientras ella se encontraba en la ciudad italiana tramitando su ciudadanía y él estudiaba en una academia de moda. Ana, que también incursionaba en el arte del tatuaje, trabajaba frente al estudio de música de Elgar. Fue allí donde comenzaron a compartir momentos que se transformarían en amor.
“Quería dar un primer paso en su carrera y empezó a ir al estudio. Comenzamos a salir a principios de 2019 y recientemente nos casamos en Maputo”, recordó el viudo. “Era la persona que más me cuidaba, la que más me quería, la que más creía en mí. Solo quiero que se haga justicia y que este caso sirva de ejemplo para todas las personas que quieran realizar un tipo de intervención médica como la que hizo Ana”, añadió entre lágrimas.
El drama de las cirugías estéticas en el exterior
El caso de Ana reabre el debate sobre los riesgos de las intervenciones estéticas en clínicas de otros países, donde muchas veces los controles y estándares de calidad son dispares. Turquía, en particular, es uno de los destinos preferidos de miles de personas que viajan cada año en busca de transformaciones físicas, motivadas por los costos más accesibles y la reputación de algunos centros especializados.
Sin embargo, como demuestra esta tragedia, los riesgos existen y pueden resultar fatales. Expertos advierten que adelantar cirugías sin los tiempos adecuados de preparación, permitir la operación de pacientes que han ingerido alcohol o alimentos poco antes de un procedimiento mayor, y la falta de seguimiento postoperatorio adecuado son factores que incrementan significativamente el peligro.
El Ministerio de Salud de Brasil y asociaciones médicas internacionales recordaron a la población la importancia de verificar las credenciales de los profesionales, los antecedentes de las clínicas y de someterse a evaluaciones médicas exhaustivas antes de este tipo de prácticas.
El legado de Ana B y la búsqueda de respuestas
Mientras tanto, la comunidad de seguidores de Ana B se volcó a las redes para rendirle homenaje y exigir explicaciones. Su perfil, que acumulaba miles de seguidores, se llenó de mensajes de dolor y de apoyo a su familia. La tragedia, que comenzó como un viaje para cumplir un sueño, dejó una huella imborrable y una serie de interrogantes que las autoridades turcas están decididas a aclarar.
El proceso judicial y la investigación administrativa continúan en curso. La familia de Ana Bárbara, junto con su esposo, han expresado su compromiso de seguir adelante hasta que se esclarezcan las responsabilidades y se impongan las sanciones correspondientes. La comunidad internacional sigue de cerca este caso que, más allá de las fronteras, pone en el centro de la escena el delicado equilibrio entre los sueños de belleza y la preservación de la vida.