Más allá de su lealtad incondicional y su eterna alegría, los perros esconden en sus ojos una perspectiva única del mundo que los humanos apenas comenzamos a descifrar. ¿Cómo ven el perro? ¿Qué secretos esconden sus miradas? En busca de respuestas, nos adentramos en el fascinante universo visual de nuestros fieles compañeros.
Contrario a la creencia popular de que los perros ven en blanco y negro, estos adorables seres sí tienen una paleta visual limitada. Expertos afirman que los canes logran distinguir con sensibilidad el azul, gris y amarillo, aunque los colores que les resultan más difíciles de identificar son el verde, rojo, rosa y púrpura. Al comprar juguetes para nuestros amigos peludos, se recomienda optar por tonalidades que ellos puedan localizar con mayor facilidad.
Mientras que la oscuridad envuelve a los humanos en un velo de incertidumbre, para los perros es como abrir una puerta a un mundo lleno de detalles. Gracias a una membrana especial en sus ojos, los canes aprovechan cada rastro de luz en la oscuridad para mantener un campo visual óptimo durante la noche. Una habilidad que los convierte en perfectos compañeros para aventuras bajo la luna.
La nitidez visual de los perros varía según la raza. Mientras que un labrador puede diferenciar con precisión objetos a una distancia mayor que otras razas, en general, los canes ven las cosas a distancias más cortas en comparación con los humanos. Un labrador, por ejemplo, puede identificar dos objetos a unos 6 metros, mientras que un ser humano puede hacerlo a unos 23 metros. Un recordatorio de que, para nuestros amigos de cuatro patas, el mundo es una serie de instantes cercanos y detallados.
La sensibilidad en sus ojos les otorga a los perros la habilidad de distinguir objetos en movimiento con una maestría que desafía nuestra percepción. Los expertos sugieren que un perro puede detectar animales o personas a una distancia de aproximadamente 800 metros. Además, los canes procesan e interpretan imágenes más rápido que nosotros, lo que los convierte en hábiles observadores de la vida en movimiento que los rodea.
La conexión entre un perro y su dueño va más allá de la apariencia. Los especialistas aseguran que muchos perros identifican a sus amos por la forma en que se mueven, en lugar de depender exclusivamente de su apariencia. Es un recordatorio de que el lenguaje no verbal entre humanos y canes crea lazos invisibles que solo ellos comprenden.
