El uso del celular cambió radicalmente la vida de las personas. Si bien la tecnología tiene sus cosas positivas, el uso constante de este elemento trae aparejadas consecuencias físicas para los usuarios.
El uso del celular cambió radicalmente la vida de las personas. Si bien la tecnología tiene sus cosas positivas, el uso constante de este elemento trae aparejadas consecuencias físicas para los usuarios.
En relación a esto, se puede afirmar que el uso frecuente de herramientas tecnológicas puede generar el síndrome del llamado “text neck” o “cuello de texto” en español. ¿De qué se trata? Es un trastorno que genera dolor en el cuello por utilizar el celular con una postura inadecuada y que podría estar en aumento con el desarrollo de la pandemia ya que ha llevado a las restricciones de movilidad por las ciudades y a más encuentros virtuales.
En muchos casos, las personas se desploman en un sillón o en la cama para descansar, pero agarran el teléfono celular o las tablets desde esas posiciones. Por otra parte, hay quienes se sientan o lo usan cuando están parados, pero con la cabeza hacia abajo. Con el uso frecuente del teléfono inteligente, se puede desarrollar entonces el “cuello de texto”, una lesión por esfuerzo repetitivo que es cada vez más común.
Este trastorno se caracteriza por un dolor muscular agudo en el cuello y en los hombros, y, en ocasiones, se presenta en la parte baja de la espalda. Incluso, este síndrome se está haciendo presente en adolescentes y niños pequeños. “Normalmente, la incidencia del dolor de cuello aumenta con la edad”, contó el doctor Robert Bolash, especialista en tratamiento del dolor de la reconocida Clínica Cleveland de los Estados Unidos. “Pero hoy en día estamos viendo y tratando a más pacientes -pacientes más jóvenes- que nunca habían informado de dolor de cuello”.
Todo depende de cómo se mire hacia el dispositivo cuando se lo usa. “Mirar hacia abajo y dejar caer la cabeza hacia delante cambia la curvatura natural del cuello”, explicó el doctor Bolash. “Con el tiempo, esa desalineación puede tensar los músculos y provocar el desgaste de las estructuras del cuello”.
Ocurre que, cuando se deja caer la cabeza, ocurren tres cosas: el cuello se desplaza hacia delante; los hombros se redondean hacia delante o se levantan hacia las orejas; y los músculos del cuello y de los hombros se contraen. “Los músculos del cuello, en su posición correcta, están diseñados para soportar el peso de la cabeza, que es de unos 3 a 5 kilos”, precisó. Sin embargo, advirtió: “Por cada centímetro que se deja caer la cabeza hacia delante, se duplica la carga de esos músculos”. Mirar hacia abajo el celular, con el mentón hacia el pecho, implica más peso sobre el cuello.
Además del dolor muscular, el síndrome del “cuello de texto” puede causar otros problemas de salud. Estar sentado en una posición encorvada restringe la capacidad de expansión de los pulmones. Esta situación puede afectar la capacidad pulmonar. Además, al inhalar menos oxígeno, el corazón tiene que bombear con más fuerza para distribuir más sangre portadora de oxígeno por el cuerpo.
Recientemente, el doctor Ira Fiebert, de la Escuela Miller de la Universidad de Miami con colaboradores del Colegio de Massachusetts de Ciencias de la Salud y Farmacia, publicaron un trabajo en el que detallan las consecuencias del “cuello de texto” e hicieron un llamado de atención para el personal de la salud, los padres y los cuidadores de niñas y niños.
“Es probable que los niños que crezcan con los teléfonos celulares puedan experimentar cambios posturales y musculoesqueléticos adversos a una edad temprana, lo que podría causar problemas a lo largo de su vida”, expresaron en un trabajo recientemente publicado en la revista especializada Work.
Además, señalaron “la carga de las mochilas que llevan los niños, adolescentes y adultos jóvenes se ha asociado con un aumento de las quejas de problemas musculoesqueléticos. La combinación del uso frecuente del teléfono celular y la carga pesada de las mochilas tiene el potencial de causar problemas posturales importantes, especialmente en la población pediátrica”.
Para mejorar el cuadro si ya se desarrolló el síndrome, se recomiendan estos 3 consejos de la Clínica Cleveland:
1- Para terminar con el cuello de texto, hay que mejorar la postura: Se aconseja aprender a adoptar una postura correcta y alinear el cuello. La persona se puede observar en un espejo para tomar más conciencia sobre su postura. Si está correctamente erguida, debería poder trazar una línea vertical desde la oreja hasta el hombro, según aconsejó Bolash.
2 - Arquear la espalda: Si la postura no es la correcta, hay que intentar hacer extensiones de hombros. Para esto, se sugiere arquear el cuello y la parte superior de la espalda hacia atrás, alineando los hombros bajo las orejas. Este sencillo estiramiento puede aliviar la tensión y el dolor muscular.
3- Mirar hacia adelante: En lugar de inclinar el mentón hacia abajo para leer el teléfono celular, lo ideal es elevar el dispositivo a la altura de los ojos. Esta misma acción se debería adoptar con una computadora portátil o notebook. La pantalla del monitor debe estar a la altura de los ojos para que la cabeza no esté constantemente caída y no se genere una tensión muscular.
Según lo expuesto por el doctor Bolash, si una persona tiene dolor de cuello, debe intentar primero aliviarlo con la aplicación de hielo o una compresa de calor y puede hacer ejercicios de estiramiento y tomando. Se puede consultar en la farmacia si es conveniente el consumo de medicamentos de venta libre como el paracetamol para calmar el dolor. También se recomienda pasar a reducir el uso del teléfono. Se pueden hacer descansos o utilizarlo sólo durante períodos cortos de tiempo.