Según los datos más recientes, fueron 149 los pacientes bonaerenses que requirieron atención médica la semana pasada y terminaron en una terapia intensiva. En CABA, fueron 50 los casos y en el resto de las provincias, 57.
Sin embargo, esa información está sujeta a dos retrasos: por una lado, la demora en el procesamiento de los hisopados; por el otro, la tardanza en la carga y actualización manual de cada caso en la base de datos que publica diariamente el Ministerio de Salud. Contra esta última, poco se puede hacer más que esperar, pero para paliar los efectos de la primera, se pueden sumar a esta curva los casos que permanecen sospechosos, de los cuales algunos serán positivos y otros negativos.
Al agregar los casos sospechosos, resultan 238 los pacientes bonaerenses que requirieron atención sanitaria durante la última semana y requirieron cuidados intensivos. De ese total, 149 ya saben que luchan contra el coronavirus. Los 89 restantes esperan el resultado de su hisopado.
Ciudad y provincia de Buenos Aires compartieron una tendencia. Durante la última semana de julio y las dos primeras de agosto, los ingresos a terapias intensivas registraron una reducción (como siempre, con estos números preliminares y sujetos a cambios). Sin embargo, esa tendencia a la baja parece haberse revertido en la última semana de agosto.
Del interior del país, Santa Fe es la provincia con más pacientes nuevos en terapia intensiva. En la última semana, se sumaron 26, de los cuales 15 ya fueron confirmados por COVID-19.
En Chaco, la tendencia muestra una reducción de los nuevos casos que requieren cuidados intensivos, con 13 en la última semana.
En cambio, en Entre Ríos se duplicaron los pacientes con COVID-19 que fueron derivados a terapia intensiva (la última semana fueron 9 y la anterior habían sido 5) y todavía quedan 6 casos sospechosos por definir.