El humo que produce un cigarrillo convencional encendido tiene más de 6.000 químicos, de los cuales 100 son considerados dañinos o potencialmente peligrosos por expertos en salud pública. Cada vez que se prende un cigarrillo convencional, el tabaco alcanza una temperatura de hasta 900º: es en este momento cuando se producen los altos niveles de sustancias químicas nocivas que se detectan en el humo del cigarrillo convencional. Cuanta más temperatura, más perjudicial.
En contraste, las alternativas libres de humo tienen una ventaja sobre el hábito tradicional de fumar, porque eliminan precisamente la quema del tabaco y permiten reducir así los niveles de químicos dañinos, de acuerdo con análisis científicos recientes.
El otro elemento sobre el que se basan las alternativas libres de combustión es el rol que juega la nicotina. La nicotina, que está presente de manera natural en la planta de tabaco, si bien es adictiva y no está exenta de riesgos, no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el tabaco. Por el contrario, son precisamente los productos químicos dañinos y potencialmente dañinos presentes en el humo los responsables de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Según un comunicado del The National Institute For Health and Care Excellence, son principalmente “las toxinas y carcinógenos en el humo del tabaco—no la nicotina, los que causan enfermedades”.
Los avances de las empresas
Philip Morris Internacional (PMI), una de las principales compañías tabacaleras a nivel global, atraviesa un verdadero cambio de época. Desde que abrió las puertas de su primera tienda en Londres en 1847 hasta convertirse en un gigante de la industria tabacalera que emplea a casi 70.000 colaboradores, la firma recorrió un largo camino. Y va por más, basándose en la construcción de un futuro libre de humo.
La compañía que tiene presencia en más de 150 mercados viene trabajando hace más de dos décadas en la investigación y desarrollo de un portafolio de alternativas sin combustión, para satisfacer las necesidades de los mas de 1.000 millones de fumadores en el mundo.
Con un equipo de 980 personas dedicadas a I+D, entre científicos, ingenieros y técnicos PMI viene utilizando la tecnología y la ciencia para desarrollar, evaluar y comercializar alternativas - a los cigarrillos convencionales. La compañía está cambiando su negocio, en busca de sustituir los cigarrillos convencionales por productos sin humo basados en la ciencia.