A casi dos meses del fallecimiento del cantante británico Liam Payne, la jueza Laura Bruniard ordenó citar a declaración indagatoria al empresario Rogelio Nores, el camarero Braian Paiz y el empleado del hotel Ezequiel Pereyra.
La justicia argentina imputó a amigos y empleados del hotel donde falleció Liam Payne. Investigan el abandono y facilitación de drogas al músico.
Avanza la investigación tras la muerte de Liam Payne.
A casi dos meses del fallecimiento del cantante británico Liam Payne, la jueza Laura Bruniard ordenó citar a declaración indagatoria al empresario Rogelio Nores, el camarero Braian Paiz y el empleado del hotel Ezequiel Pereyra.
A Nores, amigo y mánager de Payne, se lo acusa de abandono de persona seguido de muerte y facilitación de estupefacientes, delito que también alcanza a Paiz y Pereyra.
Una prueba presentada por Geoff Payne, padre del artista, complicaría aún más la situación de Nores. Según consta en el expediente, se trata de un mail enviado por la psiquiatra de Liam, donde advertía sobre los peligros de mezclar alcohol con antidepresivos. Este mensaje habría sido recibido por Nores, lo que demostraría que estaba al tanto del delicado estado de salud del cantante.
Además, se imputó a Esteban Reynaldo Grassi, jefe de seguridad del hotel CasaSur, y a Gilda Martín, gerente del establecimiento. Aunque no se revelaron los cargos específicos, una llamada al 911 minutos antes del fatal desenlace sería el eje central en la investigación.
El 16 de octubre, Liam Payne pasó su última mañana consumiendo alcohol y drogas, según documentos obtenidos por TMZ. En mensajes a un amigo, el músico mencionó contratar a una trabajadora sexual y solicitó sustancias ilegales.
Durante el desayuno, Payne consumió whisky en compañía de un amigo, mientras buscaba "una sustancia en polvo". Más tarde, ingresaron al hotel dos trabajadoras sexuales, con quienes habría tenido un altercado por la falta de drogas y su negativa a pagar.
Hacia las 16:00, personal del hotel lo describió como "visiblemente borracho" y con pupilas dilatadas. Un mensaje enviado por Payne a un empleado del hotel pedía "otros 7 gramos para hoy".
La investigación oficial detalla que la víctima no reaccionó de forma refleja para protegerse de una caída, descartando un acto voluntario por parte de Payne, dada su condición al momento del incidente.
El pasado 4 de diciembre, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional decidió que el caso continúe en el fuero nacional, bajo la instrucción del fiscal Andrés Esteban Madrea.
El conflicto de competencia se originó cuando la jueza Bruniard se declaró incompetente, argumentando que el delito de abandono seguido de muerte correspondía a la justicia porteña. Sin embargo, el fiscal Joaquín Gaset apeló esta decisión, y el juez Marcelo Lucini respaldó al fiscal, permitiendo que la causa siga avanzando.
La principal hipótesis del fiscal apunta a la responsabilidad de uno de los empleados del hotel que asistió a Payne tras el abandono de sus acompañantes. Este empleado habría sido quien llamó al 911, indicando que el cantante estaba en "una habitación con balcón", poco antes de su muerte.
La investigación sigue en curso, mientras el mundo espera respuestas sobre las últimas horas de Liam Payne.
