Su generosidad lo llevó a rescatar a 23 perros de la calle, a los que les dio refugio, comida y cariño. Trabajaba incansablemente como repartidor de Rappi, de noche, con su moto destrozada que apenas lograba arrancar, para asegurar que sus peludos tuvieran algo que comer.
Sin embargo, la tragedia tocó su puerta. En un intento de preparar algo para comer, Nicolás encendió un leño en el interior de la casilla. A causa del viento fuerte de esa noche, las llamas tomaron fuerza rápidamente, extendiéndose por toda la estructura en cuestión de segundos.
Nicolás intentó salvar a los dos perros que quedaron atrapados, pero fue en vano. Los ladridos desesperados de los animales retumban en su mente, recuerdos que lo acompañan mientras la tragedia se hace más difícil de aceptar.
Le dio refugio a 23 perros y su casa se quemó: cómo está hoy Nicolás
El saldo de la tragedia fue devastador: la casilla quedó completamente destruida, y con ella, el esfuerzo de años. Hoy, Nicolás y los 21 perros que logró salvar viven en la intemperie, sin un hogar, sin comida, sin ropa, sin documentos y sin celular. El terreno que antes albergaba su esperanza hoy solo es un sitio desolado.
"Hoy Nicolás está muy triste. Destruido. No sabe cómo seguir", dice Hebe, una amiga y ambientalista que conoce la historia de Nicolás desde hace tiempo. "La historia de Nico es tremenda. Él es un resiliente. Surge siempre y trabaja y trabaja", agrega.
De acuerdo a su relato, Nicolás hoy duerme en el mismo terreno bajo una lona. En este marco, piden ayuda para darle una mano. "Se le puede ayudar con materiales para empezar de nuevo. Necesita ladrillos, chapas, caños, de todo", concluye Hebe.
Para brindar ayuda, contacto con Hebe: 115870 - 1571