En diálogo con ElDoce.tv, el marido de Flavia, Franco, relató la pelea que le dan cada día al cáncer. Todo empezó tiempo atrás cuando la mujer, madre de cuatro hijos de 15, 11, 6 y 5 años, comenzó a sentir alergias al tomar un medicamento.
Ante la preocupación, comenzaron a pagar una obra social privada y se realizó análisis que en un principio descartaron una enfermedad grave. Sin embargo, las reacciones alérgicas continuaron y nuevos estudios, realizados en enero, confirmaron que tenía cáncer en los huesos.
Con un costoso tratamiento que pagó de su bolsillo, realizó sesiones de quimioterapia y todo parecía mejorar, hasta que un estudio de sangre salió mal. Desde allí el drama no paró de aumentar: por la falta de dinero ya no pudieron pagar la obra social, las células cancerígenas avanzaron al igual que el dolor, bajó 10 kilos en un mes y la única alternativa para atacar la enfermedad es un tratamiento que sale al menos 50 mil pesos.
"Ya no hay tiempo para volver a un hospital", explicó el esposo frente a la posibilidad de recibir atención en un centro público. La urgencia, entonces, es máxima: Flavia tiene que conseguir el dinero para tratarse en el menor tiempo posible.