Tras un final sufrido, la Selección Argentina le ganó a Australia por 2-1 y pasó a cuartos de final de Qatar 2022. Miles de personas celebraron esta tarde en el Obelisco que La Scaloneta esté entre los mejores ocho del mundo.
Tras un final sufrido, la Selección Argentina le ganó a Australia por 2-1 y pasó a cuartos de final de Qatar 2022. Miles de personas celebraron esta tarde en el Obelisco que La Scaloneta esté entre los mejores ocho del mundo.
El centro de la Ciudad de Buenos Aires se convirtió en la protagonista de una gran fiesta popular a la que se fueron sumando grupos de hinchas, amigos y familias de distintos barrios y también de localidades del conurbano bonaerense.
Incluso antes de que el equipo australiano anotase el descuento, numerosos hinchas ya se concentraban en el cruce de las avenidas Corrientes y 9 de Julio, donde la Plaza de la República se convirtió en una marea celeste y blanca a través de las camisetas, banderas y elementos de cotillón que cada fanático vestía.
Con el final del partido, la concentración de hinchas se hizo tan numerosa que forzó al corte total del tránsito en la zona, incluido el metrobús.
Una multitud de familias, turistas y grupos de amigos celebró este sábado los dos goles de Argentina en la victoria frente a Australia en la plaza Seeber del barrio porteño de Palermo, donde el Gobierno de la Ciudad montó dos pantallas gigantes para seguir los encuentros del mundial Qatar 2022.
Además de las pantallas, el parque contaba con mesas de pingball, metegol y juegos recreativos inspirados en la selección nacional, cuyos jugadores también estaban representados en gigantografías con las que los visitantes podían retratarse.
Antes del comienzo del partido, los distintos grupos de visitantes fueron tratando de ubicarse en los pocos espacios con sombra disponibles en el parque, que en general estaban en los laterales, lo que obligaba a los hinchas a elegir entre sufrir el sol de la tarde o ver solo una parte de la pantalla.
La gran mayoría de los hinchas llevaba distintos modelos de la camiseta de la selección argentina y aunque casi todas llevaban el 10 en la espalda bajo el apellido "Messi", también se veían la 9 de Julián Álvarez, la 11 de Ángel Di María y la 7 de Rodrigo De Paul; en la multitud también era constante ver camisetas de otras selecciones y se escuchaban diversos idiomas.