11 de septiembre

Día del Maestro: la inspiradora historia de una docente que lleva su aula a las casas y hospitales

Todo niño tiene derecho a la salud y a la educación. Para cumplirlos están las escuelas y los centros de salud. En esta ocasión y para homenajearla en su día, A24.com te cuenta la historia de Vanesa.
Morena Arredondo
por Morena Arredondo |
Día del Maestro: la historia de una docente que lleva su aula a las casas y hospitales. (Fotos: Vanesa Callari)

Día del Maestro: la historia de una docente que lleva su aula a las casas y hospitales. (Fotos: Vanesa Callari)

De lunes a viernes, Vanesa Callari, recorre domicilios y hospitales con el fin promover grandes aprendizajes en la vida de niños y adolescentes que se encuentran frente a una situación de enfermedad. En el marco del Día del Maestro, A24.com habló con ella para conocer su día a día y cómo se desarrolla su labor junto a los estudiantes.

Su vida transcurre entre camas de domicilios y hospitales. Docente desde hace años en una Escuela Especial Domiciliaria y Hospitalaria, un establecimiento educativo en la localidad de Lanús, en la provincia de Buenos Aires, enfocado en la atención de alumnos que por razones de salud no pueden asistir con regularidad al colegio. Estos alumnos se encuentran internados en algunos de los dos hospitales de la localidad o están en sus casas, por lo que no se pueden movilizar a sus colegios de origen.

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"La elección de la modalidad fue un deseo cumplido. Los cargos en escuela domiciliaria no abundan, pero tuve la suerte de tomar una suplencia y luego tomar un segundo cargo en la misma escuela. Siempre lo deseé, me encantaba la idea de trabajar uno a uno, con estudiantes que necesitaban plena atención, y que con amor, paciencia y empatía, iban logrando los objetivos dados, al igual que sus compañeros en la escuela", relató Vanesa sobre sus inicios en la educación especial.

Estas escuelas también trabajan de forma articulada con los colegios de origen de los alumnos, y de esta manera, desarrollan proyectos pedagógicos adecuados que posibilitan la continuidad del estudiante en el sistema educativo, mientras se respeta su patología y su tratamiento.

"La diferencia entra la maestra de grado y la domiciliaria, es el espacio donde se brinda la educación. En el grado la maestra comparte con los estudiantes el día a día, ve su interacción de forma individual y grupal. En cambio, la maestra domiciliaria va a la casa de ese estudiante que, por alguna situación de salud, le impide ir a clases por un periodo de 30 días o más, y trabaja con los mismos contenidos que la docente en el aula, siendo el trabajo de forma individual, conociendo su casa, su familia y, donde el vínculo día a día se hace más fuerte, dado que también encuentran en la maestra domiciliaria alguien que acompaña y escucha en todo este proceso."

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Vanesa trabajando en el Hospital Evita de Lanús (Foto: Claudia Salas)

Vanesa trabajando en el Hospital Evita de Lanús (Foto: Claudia Salas)

Día del Maestro: ¿cuál es la dinámica de las clases en la Escuela Especial?

Las clases en esta modalidad son personalizadas y se planifican según las necesidades de cada estudiante. Esto incluye determinados materiales, formas de trabajo y actividades. "Los estudiantes son evaluados de forma constante, el trabajo es personalizado y vamos viendo el avance, o no, en el día a día", afirmó Vanesa y agregó que en el caso de primaria, "se realizan evaluaciones de los contenidos dados y en secundaria, son evaluados por los profesores a través de la corrección de los trabajos".

En ese sentido, sostuvo "lo que más valoro de mi trabajo es el vínculo logrado día a día con los estudiantes, lo lindo de ver sus avances y acompañar al máximo en aquellos que cuesta un poco más y que, a veces, lo pedagógico, no es lo más importante en el momento que están transitando".

Sobre las experiencias vividas a lo largo de su carrera, Vanesa remarca "las malas tienen que ver con que a veces la enfermedad gana, y eso es lo más duro y triste de nuestra labor. Y lo bueno, es cuando vuelven a la escuela, luego de haber superado esa enfermedad, la alegría que se ve en las caras de los chicos, como cambia su ánimo, su sonrisa y el agradecimiento de las familias por todo lo que hemos vivido en ese tiempo".

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"Lo que más valoro de mi trabajo es el vínculo logrado día a día con los estudiantes", sostuvo Vanesa. (Foto: Claudia Salas)

Según relató Vanea a A24.com, en la escuela especial, la jornada laboral, en cuanto a la carga horaria, es igual que en la escuela, de 8 a 12 y de 13 a 17. Dentro de esos horarios, los estudiantes reciben clases de 1.45 hs, dos veces por semana.

Los domicilios suelen ser dados por zonas de cercanía, con un margen de 20 minutos aproximadamente, para ir de uno a otro. En el caso de primaria, están en contacto con la docente del nivel, de forma tal que se siga el día a día de las clases en casa, al igual que en el aula. En secundaria, los profesores de cada materia elaboran trabajos prácticos, donde luego la docente orienta sobre la resolución y bibliografía. En ambos casos, los estudiantes participan de proyectos institucionales.

"Ser docente domiciliaria es un trabajo muy solitario, en comparación con la escuela como edificio. Me refiero a que tenemos reunión una vez por semana, donde se da cuenta lo trabajado en la semana con cada estudiante, se evalúan situaciones que requieran atención, asistencia del Equipo Técnico o los directivos; en la semana concurrimos a los domicilios y estamos en contacto vía telefónico para todo lo que necesitemos, porque nosotras llevamos la escuela a la casa", afirma Vanesa.

Los estudiantes ingresan a educación domiciliaria por la inscripción de la escuela a la que concurren, cuando el médico considera que no puede concurrir por atravesar una situación de enfermedad que le impide concurrir normalmente a clase. Es así como se realiza el trámite de inscripción con la documentación correspondiente, y el siguiente paso es designar una docente.

Educación especial: la historia de una docente que dio clases en casas y hospitales

En diálogo con A24.com, Vanesa contó que comenzó estudiando Profesorado de Educación Especial en Discapacidad Intelectual. Cuándo tenía 18 años, recién terminada la escuela secundaria, ya sabía cuál era su vocación: enseñar desde el amor.

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Los estudiantes ingresan a educación domiciliaria por la inscripción de la escuela a la que concurren (Foto: Claudia Salas)

Los estudiantes ingresan a educación domiciliaria por la inscripción de la escuela a la que concurren (Foto: Claudia Salas)

En el 2003 se recibió, y luego de transitar por distintas escuelas de la modalidad, en el 2009 llegó a la escuela domiciliaria, donde tomó una suplencia por 30 días, que se extendió por 1 año, y a fin de ese año era suplente en 1 cargo y titular en otro. En el relato, Vanesa se pregunta "¿Cómo pasó si es tan difícil conseguirlo?", y se autorepondió "porque siempre lo deseé".

Su trabajo consiste en ir a las casas de los estudiantes que no pueden concurrir a clases por estar atravesando una situación de enfermedad. Enseña en la casa de los años y adolescentes lo mismo que sus compañeros ven en la escuela. Su trabajo consiste en ir a las casas de los estudiantes que no pueden concurrir a clases por estar atravesando una situación de enfermedad. Enseña en la casa de los años y adolescentes lo mismo que sus compañeros ven en la escuela.

"Ese es mi trabajo, quizás no puedo volcar en palabras lo que deseo transmitir, porque de 8 a 17 hs (y todas las seños sabemos que aún más) es un sentimiento muy fuerte acompañar a niños y jóvenes que atraviesan situaciones de enfermedad", finalizó recordando Vanesa.

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