Corte y confección

Embarazo y COVID: ¿qué se sabe hasta ahora y por qué serán tan importantes las mamás que estén en el primer trimestre?

Romina Cansler
por Romina Cansler |
Embarazo y COVID: ¿qué se sabe hasta ahora y por qué serán tan importantes las mamás que estén en el primer trimestre?

Pese a que la pandemia generó mucha incertidumbre en la humanidad, la vida no frenó su avance y el anhelo por agrandar la familia siguió presente. Según el último informe emitido por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, desde que la pandemia llegó a la Argentina se confirmaron 2.283 embarazadas con COVID-19, de las cuales 49 necesitaron atención en Unidades de Terapia Intensiva y 9 fallecieron.

Con estos datos, sumados a lo que existen en todo el país y el planeta, muchos aspectos de la gestación durante la pandemia carecen del sustento científico necesario para desarrollar conclusiones. Sin embargo, hay algunos puntos que, hasta el momento, lograron determinarse.

Básicamente, pese a que existen algunos bebes que pueden nacer con COVID-19, aún se presentan como excepciones. Por lo cual, la transmisión intrauterina, por fluidos vaginales y en la lactancia materna se han descartado. Aunque, como ya demostró la pandemia, todo hecho concluyente puede dejar de serlo en el corto plazo.

Embarazo

A 10 meses de que se descubriera el COVID-19 aún hay muchos aspectos que se encuentran en evaluación. Incluso, resta conocer cuáles podrían ser los efectos del SARS-CoV-2 si aparece durante el primer trimestre de gestación.

" La susceptibilidad es la misma en embarazadas que en no gestantes, aunque se suponía que era superior por las bajas defensas propias del embarazo. Se cumplen las generales de la ley", explicó a A24.com el Jefe del Servicio de Maternidad del HIGA Gandulfo, Dr. Marcelo Correa Viera.

"No se ha visto más riesgo que en el resto de los adultos, siempre teniendo en cuenta las comorbilidades", explicó el especialista que se desempeña en la Región Sanitaria VI, la más afectada por el coronavirus en la provincia de Buenos Aires.

Asimismo, señaló que el transcurso de la enfermedad también es similar a quienes son no gestantes. Es decir, aquellas embarazadas con sintomatología leve o asintomáticas son "ambulatorias" y permanecen aisladas en sus hogares, mientras que las moderadas y severas son internadas.

 Embed      
Dr. Marcelo Correa Viera, Jefe del Servicio de Maternidad del HIGA Gandulfo
Dr. Marcelo Correa Viera, Jefe del Servicio de Maternidad del HIGA Gandulfo

"Si no tenemos seguridad de que pueden aislarse, las dejamos internadas hasta que cumplen los 10 días de inicio de los síntomas. Mientras que a las que están en sus domicilios les hacemos un seguimiento diario por telemedicina o Whatsapp, que está a cargo de los médicos y obstetras que por edad o comorbilidades no pueden trabajar dentro en el servicio", agregó.

Según explicó, en el Gandulfo de Lomas de Zamora asistieron a unas 50 embarazadas con COVID, de las cuales 30 ya se convirtieron en madres y en todos los casos tuvieron resoluciones favorables. Incluso, pese a que se pensaba que habría una mayor cantidad de nacimientos prematuros, eso no se trasladó a las salas de parto.

"Son muy pocas la pacientes que desarrollaron un cuadro severo, que estuvo en torno al 2% según las estadísticas de las Unidades de Terapia Intensiva y de ellas el 1% necesitó asistencia respiratoria. Las que se recuperaron no han demostrado, hasta el momento, secuelas", aseguró.

Lo cierto es que, pese a esto números, la muerte materna asociada al COVID estuvo presente, tal y como lo asegura el documento al que tuvo acceso A24.com, pero según el especialista el coronavirus no fue el responsable absoluto en la gran mayoría de los casos.

"Ha seguido la misma progresión que en el resto de los adultos con comorbilidades, además no se agravó la pérdida de los embarazos", destacó Correa.

Parto y lactancia

9 meses o 40 semanas, ese es el tiempo en que transcurre un embarazo. Y pese a la pandemia, estos no varían. Con protocolos establecidos y un acompañamiento cercano de los profesionales, el COVID solo se convirtió en un molesto aditamento, pero que poco influye en ese tan esperado primer encuentro entre mamá y bebé.

Según la OMS, aún "no se han detectado virus activos en muestras del líquido que envuelve al bebé en el útero (líquido amniótico) o de leche materna", por lo cual el COVID-19 no obliga a que se realicen cesáreas para evitar su transmisión, con lo cual el "tipo de parto debe determinarse de modo personalizado y de acuerdo con las preferencias de la mujer y las indicaciones obstétricas".

"No hay muchos datos sobre la existencia de transmisibilidad, lo que hay son escasos reportes de casos y eso a nivel de evidencia científica no pueden aseverarse como verdad absoluta", explicó Correa Viera y agregó: "Si la mamá es positiva, los bebes quedan por protocolo en observación para ver cómo responden a la adaptación externa. Si se adaptan se los hisopa y se espera el resultado, si es negativo pasa con la madre".

Según el especialista, a cada madre se le explican los riesgos y protocolos que debe llevar adelante para comenzar con la lactancia materna, cómo debe ser la higiene y las distancias. "Las mamás tienen derecho a elegir", destacó.

Nancy Ale, Jefa de diagnóstico e internación del Servicio de Obstetricia del HIGA Pedro Fiorito (Avellaneda), explicó a A24.com: "El Contacto Piel a Piel (Copap) se mantiene igual, la mamá está con barbijo en todo momento y le decimos que no lo se lo saque. Ponemos compresas estériles y buscamos minimizar toda clase de contagio, pero es necesario que el bebe empiece a sentir el olor de su mamá".

 Embed      
Lic. Nancy Ale, Jefa de diagnóstico e internación del Servicio de Obstetricia del HIGA Pedro Fiorito
Lic. Nancy Ale, Jefa de diagnóstico e internación del Servicio de Obstetricia del HIGA Pedro Fiorito

En ese sentido, la OMS señala que "el contacto piel con piel y la lactancia son importantes tanto para el vínculo madre-hijo como para la salud del bebé a largo plazo", ya que "mejoran la regulación de temperatura de los neonatos y se asocian a una mayor supervivencia neonatal", al tiempo que "permite una iniciación temprana de la lactancia materna, que también reduce la mortalidad".

Con lo cual, otro punto que al inicio de la pandemia estaba en análisis quedó desestimado. "El virus activo causante del COVID-19 no se ha encontrado en la leche materna, ni se ha detectado la transmisión a través de la leche materna ni el amamantamiento, por lo que no existen motivos para evitarla ni interrumpirla".

Para amamantar la OMS recomienda:

  • Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o con un gel hidroalcohólico, especialmente antes de tocar al lactante;
  • Utilizar una mascarilla médica durante todo contacto con el lactante, en particular mientras lo amamantan;
  • Es importante sustituir la mascarilla médica en cuanto empiece a humedecerse y desecharla inmediatamente. No se debe reutilizar la mascarilla ni tocar su parte frontal.

Casos

En medio de muchas especulaciones e informaciones alarmantes, en la Argentina se pudo confirmar un solo recién nacido con COVID-19. El resto de los escasos casos, que se registraron en Santa Fe, San Juan y Salta, entre algunas otras provincias, no se pudieron completar hasta el momento todo los estudios que validarían esta situación.

"Descubrimos que era COVID positivo antes que la mamá y estuvo muy grave", recuerda Ale, que formó parte del equipo que atendió al pequeño, que nació el pasado 21 de mayo a las 20.40, el único recién nacido argentino con coronavirus.

Según narró la Jefa de diagnóstico e internación del Servicio de Obstetricia del HIGA Pedro Fiorito (Avellaneda), "el bebe empezó con sintomatología, se lo hisopó y dio positivo. Hisopamos a la mamá y fue también positiva, pero no tenía sintomatología".

"No se sabe cómo se contagió, tuvo una cesárea porque había tenido una cesárea anterior, entonces por el canal de parto no pasó tampoco. Lo estudiaron mucho y no solo nosotros porque trasladaron al Hospital de Niños Sor María Ludovica, de La Plata, y no se pudo determinar", describió Ale. Y agregó: "En la región sanitaria también se hizo un mapeo y la búsqueda del caso raíz para ver si podíamos descubrirlo, pero no se pudo".

Lo cierto es que el pequeño, que ya se encuentra recuperado, tuvo que ser asistido y hasta recibió plasma. "Aún no sabemos las razones, pero suponemos que puede estar relacionado con algún compromiso en el sistema inmunológico. Pero no se sabe", concluyó la especialista.

Dudas y nuevos desafíos

Tan solo 10 meses, ese es el tiempo que el coronavirus tiene en el planeta y aún son más las incógnitas que las certezas sobre su comportamiento. Más aún cuando se reducen las poblaciones afectadas, como es el caso del grupo de personas gestantes.

Incluso, las diferencias socio culturales y económicas pueden marcar una fuerte divergencia en los resultados científicos y sanitarios. Es por eso que en la Región Sanitaria VI de la provincia de Buenos Aires se dispusieron a comenzar un estudio.

"Queremos hacer un trabajo estadístico de la región sanitaria con los resultados maternos y neonatales para analizar qué parámetros se cumplen y cuáles no. Hay 600 casos en toda la región, pero aún es escaso para poder sacar una evidencia científica concluyente, aunque existen diferencias con otras naciones y queremos estudiarlo", explicó Correa Viera.

Incluso, también existe un nuevo desafío para el que los especialistas ya se están preparando: la evolución de los embarazos cuando una gestante se infecta con COVID-19 durante el primer trimestre.

"Estamos viendo pacientes que ya estaban embarazadas y ahora hay mujeres que se están embarazando y van a parir a fin de año o el próximo. Por cuestión de tiempo, no pasaron la infección en su primer trimestre y desconocemos los efectos del virus en esos meses. Inevitablemente esa información la tendremos en 2021", explicó el especialista del Gandulfo aunque aclaró: "Por ahora no hay mayores noticias sobre embarazadas con riesgos de secuelas".