Esta tecnología representa un salto cualitativo para la ciencia en Argentina, ya que es la primera vez que se emplea en aguas nacionales del Atlántico sudoccidental. Las imágenes obtenidas permiten observar la rica biodiversidad del fondo marino, donde confluyen las corrientes cálidas del Brasil y fría de Malvinas, generando un entorno ideal para especies poco conocidas o directamente inexploradas.
Entre los descubrimientos que más asombro causaron están las estrellas de mar, los corales de aguas frías y especies que no habían sido registradas en esa zona. Según datos de Real Time Rating, el streaming del Conicet fue el más visto durante la medianoche del miércoles.
Daniel Lauretta, jefe científico de la expedición e investigador del Conicet, destacó el valor de contar con un equipo interdisciplinario que incluye becarios, técnicos y jóvenes científicos.
"Exploramos hábitats vulnerables, registramos biodiversidad bentónica, analizamos ADN ambiental, microplásticos, carbono azul y la dinámica de sedimentos", explicó. Además, señaló que la reacción del público obliga a los investigadores a comunicar sus hallazgos de forma clara y accesible. "La ciencia se vuelve parte del día a día, y eso es maravilloso", agregó.
El valor de conocer nuestra riqueza submarina
La iniciativa también busca dejar un legado educativo. Se espera que el material recolectado sirva para desarrollar modelos tridimensionales de especies emblemáticas y para crear contenidos para escuelas, museos y clubes de ciencia
El desafío de esta misión no es solo técnico. "Todo allá abajo es extremo: hay mucha presión, temperaturas muy bajas y oscuridad total. Pero lo más complejo es entender lo que estamos viendo. A veces encontramos organismos o comportamientos que nadie había observado antes", detallan desde el equipo. Esa sensación de estar frente a lo desconocido es lo que motiva cada inmersión.
La combinación de tecnología de punta, ciencia participativa y una estrategia de comunicación abierta están convirtiendo esta expedición en un hito para la investigación marina en Argentina.
En las observaciones que los científicos compartieron con millones de personas en todo el mundo, se pudieron ver por primera vez especies que dominan las profundidades del Océano Atlántico. Adaptados perfectamente para vivir con poca o nada de luz, poco aire y una presión enorme, equivalente a soportar 260 atmosferas. Es decir un peso 261 veces mayor al que tenemos en la superficie de la Tierra.
Las especies son básicamente pequeñas, la mayoría invertebradas, para adaptarse a esas condiciones tan duras. Pero la calidad de las cámaras permite descubrir que muchos de ellos tienen un gran colorido o formas muy vistosas.
La estrella "culona" y "Patricio"
Por supuesto, que la cultura global todo lo invade. Un éxito mundial como el dibujo animado "Bob esponja" dejó su huella en esta expedición fantástica de la ciencia. Una estrella de mar, en el fondo a 2600 metros de profundidad, pareció ser la inspiración perfecta para "Patricio", la estrella de la serie animada. Además, arrancó la sonrisa de los científicos y los espectadores por streaming, ver que parecía tener una "colita, con sus dos nalgas" en una de la parte que desemboca en dos de sus extremidades como piernas. Una joyita.
patricio y su doble
Patricio y la "estrella culona", en el fondo del mar argentino. (Foto: A24.com)
Dónde ver el streaming del CONICET
La expedición se transmite en vivo por el canal de YouTube de Schmidt Ocean. Se trata de una campaña que permite ver las profundidades del mar argentino como nunca antes.
La misión del CONICET representa un salto tecnológico y científico sin precedentes ya que, por primera vez, se utiliza un vehículo que se opera de forma remota para explorar las aguas argentinas del Atlántico Sudoccidental.
Mientras las cámaras del SuBastian siguen descendiendo al abismo, la audiencia desde la superficie asiste a un espectáculo natural pocas veces visto, en vivo y en directo, que va en aumento. Y recuerden la frase del inicio: "Es como descubrir un planeta pero debajo del mar". La NASA ha dicho varias veces que el ser humano conoce mucho más sobre el cosmos, que de los secretos que aún guarda la profundidad de los océanos.