La Comisión Especial Investigadora de las Actividades Antiargentina, creada en ese entonces en la Cámara de Diputados, se encargó del caso. En agosto de 1941, representantes de la Aduana y la Cancillería abrieron varias de las cajas de forma aleatoria, encontrando postales, fotografías y propaganda nazi, así como libretas pertenecientes a la Organización del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y la Unión Alemana de Gremios. Ante la gravedad del contenido, la Comisión Investigadora solicitó judicialmente la incautación de las encomiendas. El juez federal Miguel Luciano Jantus ordenó el secuestro de las cajas el 13 de septiembre de 1941, y tres días después, el caso fue derivado a la Corte Suprema.
Este valioso material estuvo almacenado durante décadas en el subsuelo de los tribunales, hasta que durante la mudanza para la creación del museo se descubrió. Ante este hallazgo, el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, dispuso el traslado del material a una sala especialmente acondicionada, con medidas de seguridad reforzadas, para su estudio. A partir de ahora, se realizará un inventario detallado para determinar si el contenido de las cajas puede aportar nuevas evidencias sobre el Holocausto y otras cuestiones históricas relacionadas, como las rutas financieras del régimen nazi.
Este descubrimiento resalta la importancia de preservar y estudiar estos documentos para entender mejor el impacto del nazismo en Argentina y el mundo. En este sentido, la Corte Suprema firmó en diciembre de 2024 un convenio con la Asociación de Abogados Judíos de la República Argentina y la Fundación Memoria del Holocausto para impulsar la investigación y la difusión de estos temas, con la colaboración directa del Museo del Holocausto de Buenos Aires.