Un nuevo 8 de marzo pone de manifiesto los reclamos de las mujeres para pedir por mayor igualdad. Entre esos pedidos, la política de licencias es una pieza central para alcanzar la corresponsabilidad entre los géneros.
Un nuevo 8 de marzo pone de manifiesto los reclamos de las mujeres para pedir por mayor igualdad. Entre esos pedidos, la política de licencias es una pieza central para alcanzar la corresponsabilidad entre los géneros.
El presidente, Alberto Fernández, anunció en su discurso de apertura de sesiones en el Congreso que enviaría un proyecto de Ley para igualar las licencias de paternidad y maternidad, y otra iniciativa que crea un Sistema Integral de Cuidados para ampliar los servicios.
Según pudo saber A24.com, la propuesta será ir hacia licencias igualitarias de forma paulatina “hasta que el tiempo de licencia post nacimiento o adopción sea igual para todos los géneros”. La licencia por paternidad comenzaría en 15 días e “irá creciendo”, según la información oficial.
Además, “tiene en cuenta todas las configuraciones familiares, incluida la adopción, igualando los derechos de todos los tipos de familias”, explicó Lucía Cirmi Obón, directora nacional de Políticas de Cuidado en el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
El proyecto prevé que el Estado se haga cargo de su financiación, algo que hasta la fecha sólo sucedía con los períodos para la maternidad mientras que la licencia por paternidad era pagada por el o la empleadora. “La propuesta será que sean financiadas por la seguridad social de manera tal que los empleadores puedan disponer del salario para reemplazar a la persona”, indicó la economista.
Además, serán obligatorias. “Por experiencia internacional, si no es obligatoria, los varones no se toman licencia”, advirtió Cirmi Obón.
Otra novedad es que la ley incluirá un tiempo de licencia por adopción, que tendrá en cuenta a parejas del mismo género y que habrá un régimen diferencial para monotributistas y autónomos.
“La propuesta prevé la creación de una asignación por este concepto para monotributistas y autónomos que permitirá que los días que tomen de licencia (que serán iguales a los de la LCT) sigan percibiendo ingresos. Esto permite que muchas más familias queden cubiertas”, indicó la funcionaria en diálogo con este medio.
Las mujeres y las personas LGBTIQ+ son las más perjudicadas en el mercado de trabajo. Es por eso que una política de licencias igualitaria “tiene un efecto directo en el cierre de brechas de género en dos planos”, argumentó la directora de Políticas de Cuidados.
“Primero, plantear igual responsabilidad en el cuidado y materializarlo en derechos va a repercutir positivamente en que se reparta mejor la carga de cuidado del primer año de crianza y una mayor igualdad en los cuidados permitirá una mayor y mejor participación laboral de las mujeres”, afirmó.
Y agregó: “En segundo lugar, al tener tanto los varones como las mujeres el mismo derecho a licencia, se elimina el sesgo que produce que a las mujeres no se las contrate”.
La diferencia en la desocupación abierta entre varones y mujeres se mantiene vigente como una desigualdad estructural, aunque con leves reducciones recientes. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en la tasa de desocupación según género, los valores indican que para las mujeres fue del 9% en el tercer trimestre del 2021, abandonando así los dos dígitos que supo alcanzar en 2018, 2019 y su punto más alto en 2020, y siendo el más bajo de los últimos cinco años.
Vale destacar que Argentina tiene una de las peores licencias por paternidad en comparación con otros países de América Latina. Guatemala la iguala, con sólo dos días. Le siguen: Bolivia, Panamá y El Salvador con 3 días, Chile, Brasil y México con 5, Ecuador con 10, Uruguay con 13 y Colombia y Venezuela con 14.
Asimismo, lo que suceda en el primer año de crianza es fundamental para el desarrollo personal, señaló la funcionaria. Maria José Lubertino, abogada especialista en género, también destacó en esta línea que el beneficio de las licencias también es para los niños. “Tienen derecho a estar con su madre y su padre”, indicó
“El mundo ha cambiado. Los padres quieren compartir y estar con sus hijos, además para la mujer es un derecho no estar solas ni ser las únicas responsables del cuidado”, analizó en conversación con A24.com.
Según un informe de UNICEF (2020) existen “efectos positivos en términos de apoyo a la salud y los resultados cognitivos de los niños y niñas se han establecido en varias evaluaciones. Mediante el aumento de las tasas de lactancia materna, las políticas de licencias (...) contribuyen indirectamente a la reducción de la mortalidad infantil y la desnutrición”.
La cuestión de las licencias no es nueva en el debate político. Varios proyectos pasaron durante años por las comisiones del Congreso sin poder llevarse a la discusión en el recinto y con el tiempo, perdieron estado parlamentario.
Lubertino, quien fue diputada de 2003 a 2006 dentro del bloque socialista, analizó que durante todos estos años “hubo falta de decisión política del Poder Ejecutivo en instrumentar los cambios” y a la vez, “los sectores empresarios ofrecían su propia resistencia”.
“Por ejemplo, la discusión con los abogados de la UIA era que el cambio en las licencias no afectara a los costos patronales”, recordó.
En la actualidad, existen otros proyectos que con diferentes características buscan llevar a las licencias a un plano más igualitario.
Al consultar a distintos referentes políticos, el consenso es positivo en favor de las licencias igualitarias. Sin embargo, más allá del apoyo que existe, la iniciativa del Presidente sólo quedó -hasta ahora- en el anuncio y no se conoce la letra chica. Aún no se con sabe quiénes serán las personas encargadas de redactar el proyecto de ley ni cuándo entrará al Congreso.
Desde el arco del Frente de Todos, la mayoría de las diputadas nacionales prefirieron no hablar del tema hasta conocer oficialmente el proyecto y que la iniciativa ingrese al parlamento. Cecilia Moreau, legisladora por el Frente Renovador, habló tanto de la situación actual de las licencias como de la importancia de avanzar en "licencias más equitativas".
"Todavía no está la letra del proyecto que anunció el Presidente, pero creo que es necesario ponerlo en discusión. Las licencias por maternidad y paternidad son un tema que hace bastante tiempo viene dando vueltas, pero no ha entrado de lleno en la agenda y es un buen paso el reconocimiento de que nos debemos ese debate. Sin dudas que poder distribuir equitativamente las tareas de cuidado es necesario. De hecho, he acompañado iniciativas en ese sentido", detalló.
Y agregó: "Tenemos que ir en el mismo sentido que va avanzando el mundo. Ya hay países que tienen legislación sobre el tema, y creo que como sociedad debemos darle el marco normativo acorde a los tiempos que vivimos".
Por su parte, Silvia Lospenato, legisladora especialista en género de Juntos por El Cambio, afirmó en diálogo con A24.com que "es indispensable avanzar en articular un sistema de cuidados en nuestro país. Los aspectos más importantes de la ley, además obviamente de las definiciones sobre lo que significa el cuidado, quienes son los que demandan y los que proveen cuidados, y como se articula y regula el cuidado que provee el Estado, las familias y el sector privado. Sin dudas, el capítulo más relevante será la propuesta sobre cómo se financia el cuidado, el régimen laboral y previsional para cuidadoras y cuidadores".
En este sentido, sostuvo que hay una necesidad de avanzar en las licencias pero con mayor alcance: "En la actualidad, la situación de las licencias es muy irregular. Sólo contempla las licencias en los primeros meses de vida cuando el cuidado es un proceso que se da a lo largo de todo el ciclo vital de las personas. Contemplar licencias en caso de adopción, de enfermedades prolongadas en la niñez es fundamental. Lo que incluimos en la media sanción que aprobamos el año pasado de la ley de Oncopediatría es un buen ejemplo de lo que falta avanzar en este tema".
De cara al año legislativo 2022 y como compromiso con las mujeres, Moreau consideró que los debates deben girar entorno a "solucionar la disparidad que hay en el ingreso y en el acceso a lugares de decisión. La desigualdad existente tiene múltiples aristas, y es necesario ir abordándolas a todas e ir generando cada vez más pisos de igualdad".